Una ceutí denuncia horas de espera y trato grosero de parte del personal hospitalario.
Mina se desmayó el sábado pasado en el mercado central cuando iba a hacer la compra. Un matrimonio la llevó rápidamente al hospital y allí, ya consciente, comenzó “una pesadilla porque lo pasé muy mal”, explica desde su cama. “Estuve dos horas esperando en una silla con muchos dolores y al pedir ayuda me explicaron que al no pasar por triaje no me atendían tan rápido... pero yo no sabía nada, el matrimonio que me ayudó hizo lo que pudo por traerme aquí”. Asegura que tras realizarle finamente una radiografía, “tuve que esperar otras dos horas para que me atendieran y soicité que por favor me dejaran llamar a mis hijos y no me hacían caso”. Finalmente explica que le preguntaron que si llamaban a un ambulancia para su traslado a casa “pero yo les dije que no estaba en condiciones, que sufro parkinsosn un nunca antes había tenido una crisis tan aguda. Apenas me podía mover y el bloqueo era muy largo”. Finalmente un matrimonio que observó “la pasividad con la que me trataban, me ofreció su teléfono y pude llamar a mi hija que acudió al hospital. Ya eran las 21:00 de la noche”. Mina explica que decidieron por fin darle una cama en observación “tras esperar tantas horas” a las 22:30 y que desde entonces “me han atendido de manera muy correcta algunos y otros de manera muy grosera. Sin ayudarme a levantarme, diciéndome que estoy gorda para moverme...”. Mina recuerda que fue hace ocho años cuando le diagnosticaron la enfermedad que sufre tras pasar una larga temporada medicada con antidepresivos “que finalmente propiciaron que me sucediera ésto tal y como me explicaron en Cádiz. El médico insistía en que era psicológico pero yo sentía que me temblaban las manos y otros síntomas.”. Como usuaria del hospital, simplemente quiere “un trato digno, no como el que me dan algunos”.