“He tenido claro que la labor del partido y del delegado eran distintas”

Dice que se marcha de la Delegación del Gobierno con buenos amigos y el sentimiento de haber liderado una buena gestión política para la ciudad que se ha traducido en inversiones palpables. José Fernández Chacón, que espera la publicación de su cese como delegado antes del día 30, apura sus últimos días en la plaza de los Reyes mirando hacia atrás, analizando lo que se ha hecho en este periodo y haciendo un balance positivo de una labor en la que nunca ha querido mezclar política e institución. En esta entrevista concedida a 'El Faro' dentro de la ronda de 'despedidas' mediáticas iniciada ayer, el delegado valora sus casi tres años con mando en plaza.
–Es pregunta obligada, conocido su cese en breve como delegado del Gobierno, cuál es su balance de lo hecho en estos casi cuatro años...
–Personalmente es positivo. Desde el punto de vista humano, en estos cuatro años Ceuta me ha dado la oportunidad de descubrir facetas que desconocía, me llevo grandes nuevos amigos y, siendo tanto Ceuta como Melilla ciudades complejas, creo que hemos pasado por esa complejidad intentando hacerlo bien cada día. Desde el punto de vista más práctico el balance tiene que ser también positivo, ya que con una crisis en esta legislatura que nadie esperaba que fuera tan grande, creo que hemos defendido muy bien las inversiones en la ciudad. Me llevo como satisfacción personal que en los tres años y medio que he estado al frente de la Delegación, cada presupuesto general del Estado ha significado que Ceuta ha recibido más dinero por habitante que cualquier otra parte del territorio nacional.
Evidentemente, en la gestión en una ciudad compleja, fronteriza, que tiene facetas que no se dan en otras delegaciones del Gobierno, lógicamente se pueden cometer errores... pero los que haya podido haber se han producido sin ningún tipo de intención.
–¿Esa crisis ha afeado su gestión?, ¿los males de Zapatero le han convertido en objeto de críticas haciendo que su trabajo no brillara como esperaba?
–Yo me siento solidario y corresponsable de la gestión del presidente Zapatero, al cual admiro y del que, creo, la historia le tratará correctamente, de una manera digamos desapasionada dentro de unos años. España entró en crisis al igual que el resto del mundo y se han adoptado las medidas que podían adoptarse. Tampoco hemos tenido ayuda exterior por parte de los grupos políticos que conforman el arco parlamentario. No soy sospechoso de querer culpar a nadie en este sentido, pero es algo que ha podido constatar todo el mundo. En una situación de crisis, en la que todavía hoy estamos inmersos en ella, ha sido difícil que brillara la gestión que se ha podido realizar en un territorio como Ceuta. Pero, de todas maneras, me siento muy satisfecho: doy una vuelta por Ceuta y veo cosas que se han hecho, precisamente, en los momentos más difíciles de los últimos cien años si hablamos, por ejemplo, de la situación socioeconómica. Ahí están los paseos marítimos, las viviendas, el hospital, la biblioteca pública del Estado que se disfrutará el año próximo, el ciclo del agua o la nueva cárcel, que está significando y significará creación de empleo cuando esté terminada. Es, en definitiva, una inversión que se ve en Ceuta.
–Al margen de que en las inversiones no haya que diferenciar el signo político del partido que las ha propiciado... ¿considera que las obras gestionados por la Delegación son vistas por el ciudadano, o éste piensa que todas las actuaciones llevan el sello 'made in Vivas'?, ¿se entiende esa gestión?
–No estoy en la piel del ciudadano y desconozco qué pensará. En ciudades pequeñas como Ceuta y Melilla sucede que hay un fuerte componente institucional del Ayuntamiento, de la Asamblea... esa posible confusión se produce también en más sitios. De todas formas, ahí están las hemerotecas que reflejan la obra del Estado, además de que hay actuaciones en las que existe colaboración de ambas administraciones... ¿qué eso puede llevar a una confusión? pues probablemente, pero lo importante es que la obra se ha hecho independientemente de que cada grupo político es el que tiene que dar a conocer lo que está haciendo el Gobierno que sustenta. Eso entra más en la labor de los grupos políticos que en la de un delegado del Gobierno.
–Otros que le han precedido han equivocado sus funciones, ¿usted ha optado por no cruzar esa línea pase lo que pase, aun a riesgo de que su gestión no se vendiera bien?
–Jamás lo he hecho, ni lo hice en Melilla ni en Ceuta. El partido tiene su foro de decisión, su secretario general, su ejecutiva... que tienen la responsabilidad de la agrupación en Ceuta y el Gobierno tiene que gobernar para todos los españoles y, en el caso de Ceuta, para todos los ceutíes. He tenido muy claro que las labores eran distintas, que ni yo puedo decirle al partido lo que tiene que hacer ni el partido me puede imponer a mí qué hacer. Esa interacción se ha respetado y cada uno ha entendido el rol que le correspondía.
–¿Quizá haya sido esa independencia que cita la que le ha llevado a ser tildado, por algunas voces críticas, de parecer un delegado del Gobierno del PP más que del PSOE?... quizá se lo decían de manera socarrona...
–Esas son las malas lenguas, la gente que no sabe interpretar la realidad. Que te lleves bien en ciudades tan complejas es básico porque tienes que guardar una cooperación, un respeto y una lealtad institucional por encima de todo, porque nos jugamos el interés general de Ceuta. Esas malas lenguas son los que no piensan en el interés general de la ciudad, porque quien sí lo piensa, le aseguro, no está de acuerdo con esa aseveración.
–Decía usted que se marcha de la Delegación con buenos amigos, ¿también con gente que mejor no recordar?
–No, yo tengo una suerte: lo bueno lo integro y lo llevo conmigo; lo que no me gusta tanto tiendo a olvidar, a colocar un paréntesis para que no me afecte y le puedo decir que no guardo rencor a nadie.
–¿Qué espina se le ha quedado clavada, si es que la hay?
–Espinas hay muchas... me quedo con hechos que han sucedido en la ciudad y que soy el primero que rechazo y que me producen una pena profunda como son las muertes violentas que ha habido, sobre todo la última. Evidentemente cualquier muerte no tiene sentido, sea como sea. Constatar además que no tienen vuelta atrás es duro.
–Con la sucesión de dos muertes en el Príncipe a tiros, la cadena de disparos y los repuntes delictivos en el barrio, ¿llegó a pensar que la 'batalla' estaba perdida, que no había solución?
–No, pero sí que hubo un momento de preocupación lógica por los hechos que estaban sucediéndose. Lo que hicimos fue aunar voluntades y dar las órdenes oportunas muy bien asesorado por quienes entienden de esto: los técnicos, y llevar a cabo un plan para afrontar y prevenir esas situaciones. Afortunadamente hoy por hoy no se han dado, se han parado estos hechos, pero hay que perseverar. Esas decisiones las adopto siempre en equipo y, porque creo que debe ser así, con el conocimiento del presidente de la Ciudad incluso contando con instituciones de la ciudad que tienen algún interés en estos temas como son las asociaciones de vecinos con las que hemos cooperado. El problema se ha tratado de manera consensuada y adoptando las decisiones en equipo.
–¿Está contento con ese equipo que le ha asesorado y acompañado... o lamenta no haber destituido a algún que otro responsable en el camino?
–No, nunca me he planteado esa decisión porque la gente que ha trabajado bajo mi coordinación lo ha hecho bien. ¿Equivocaciones? El delegado es el primero que las tiene, y cuando han surgido se han analizado y se han adoptado medidas para evitarlas en un futuro. Me siento orgulloso de todo el equipo que ha trabajado conmigo, absolutamente de todos.
–De esos momentos duros vividos en la plaza de los Reyes... ¿dónde queda el fallecimiento de dos porteadoras en el Biutz?
–Cuando antes le hablaba de las muertes violentas me refería también a este episodio. En torno al Biutz, afortunadamente hay un antes y un después, se adoptaron medidas que se han demostrado más eficaces. Ahí se producían aglomeraciones de personas en las que puede siempre ocurrir un riesgo, pero ahora se han minimizado mucho después de las decisiones que se llevaron a cabo.
–Y de los cartonazos de los subsaharianos... ¿todavía los recuerda?
–Sí, todavía resuenan. Fue inevitable por la situación que se vivió tan especial con un grupo de personas que fueron asesoradas por terceros. Aquellos inmigrantes quisieron utilizar una vía para viajar a la península y no ser expulsados a sus países... no lo consiguieron porque se aplicó la ley y muchos de ellos fueron deportados a sus países de origen. La gente piensa que esto podía solucionarse con una orden, pero había que hacerlo meditando, buscando una medida legal. El problema se solucionó independientemente de que yo no pudiera compartir las decisiones judiciales que se adoptaron aunque las respeto. La resolución que se dictó estaba dentro de la ley, ya que nos asesoramos con abogados del Estado y más, pero la justicia es independiente y las resoluciones judiciales hay que respetarlas aunque nunca las compartimos.
–¿Considera que la opinión pública le ha tratado mal o ha 'salido victorioso'?
–Salir, salgo tranquilo de espíritu, porque nunca me lo han alterado. A veces hay cosas que no te gustan, pero la crítica es libre y hay que respetarla aunque no se comparta. En otros momentos se ha compartido e incluso han servido para saber si estábamos equivocados. Las críticas no me han afectado porque tengo una vida política dilatada, son 25 años en instituciones y la crítica política siempre ha estado. De hecho yo también la he ejercido.
–¿Y la crítica de los medios de comunicación?
–Me afecta más la crítica que va dirigida a mis colaboradores que a mí. Me preocupa porque ese colaborador o esa colaboradora están haciendo una labor importante, me preocupa porque me pongo en su piel y sé que sufren porque quizá, por su cargo, no deberían ser susceptibles de esa crítica. Personalmente son muchas canas las que peino y las que se han dirigido a mí, si tienen una argumentación sólida, las acepto... las que no, no les hago caso.
–Citaba entre sus grandes logros la inversión de la cárcel. Es un proyecto que ha caído muy bien en buena parte de los sectores, pero los hay que le achacan de dejarnos un lastre que convertirá a Ceuta en 'ciudad-presidio', incrementándose el número de delitos y la inseguridad. Vaya regalo que nos ha dejado... dicen.
–Para nada. Quien afirma eso es por desconocimiento o por mala intención. Mire, yo soy de Cádiz, y en el Puerto de Santa María hay tres grandes cárceles, alguna de ellas parecida a la de aquí. En el Puerto jamás ha habido una incidencia de este tipo. El régimen abierto afecta a un número determinado de presos que, generalmente, no delinquen porque hacerlo les costaría muy caro: volver al régimen cerrado. Puede pasar a su lado y usted no sabe que se trata de un preso. Eso no tiene que incrementar ese temor.
Nunca he escuchado a nadie de los críticos ponerse en la piel de los familiares de los internos. Cuando hay una pena hacia un reo hay otra adicional que se le da a la familia que tiene que sufragar altos costes si quiere ver a su familiar. Eso nadie lo ha dicho, y la cárcel va a favorecer a las familias de presos de ambos lados de Ceuta.
–¿Qué hoja de ruta le va a dejar a su sucesor?... igual le conoce y se ha tomado ya cafés en Ceuta con él...
–Pues seguramente, no lo sé... (se ríe)... le aseguro que el próximo delegado del Gobierno va a tener mi apoyo y colaboración máxima. Por mí no va a quedar que le ayude en todo lo que sé y me brindo a darle la información que quiera, cuando quiera y el tiempo que quiera... sea quien sea. Con toda seguridad va a tener mi máxima colaboración. Le deseo mucha suerte porque la suerte del delegado del Gobierno será la de todos los ceutíes.
–Por como habla parece que le vayan a fichar como asesor del PP...
–... (se ríe)... no lo creo.
–... por sus palabras se ha quedado a gusto en la ciudad, si le ofrecieran un puesto en el ámbito privado o en la administración... igual se queda por aquí...
–...(se ríe)... no, no, no adelantemos acontecimientos y veremos qué pasa a partir del día 30.