“Hay una brecha entre los jóvenes y la mayoría de los imames”

• Dice que sin respuestas contundentes pueden alistarse a las filas del terror como ha pasado en Ceuta y que la Yihad es un término noble que han usurpado los terroristas y demonizado los medios

Este tangerino llegó a España con apenas dos décadas cumplidas. Hoy, 15 años más tarde, alza su voz como representante de una comunidad, la musulmana, que estos días asegura sentirse tan masacrada por el terrorismo como cualquier otra. Lejos del victimismo, enarbola la bandera de la educación y es crítico cuando tiene que serlo y sin importarle con quién lo es. No hay suyos ni tuyos. Para él lo que cuenta es el nosotros. No quiere polémicas ni enfrentamientos. Ni tampoco protagonismo aunque la actualidad le ha llevado a ser uno de los rostros más vistos la última semana en los medios de comunicación. Tras el atentado de Barcelona, la mezquita de Fuenlabrada que dirige como imán amaneció con pintadas islamófobas. Cuenta con Estudios Islámicos y de Ciencias del Corán y es técnico en Farmacia y en Logística. Actualmente es gerente en una empresa internacional de logística. Imán, profesor y presidente de la asociación Jóvenes Musulmanes de España, saca tiempo para leer, hacer deporte, viajar y participar en trabajos asociativos y benéficos. ‘El más amado para Allah de vosotros es el que más beneficia a los demás’ es su hadiz favorito.

–¿Cuáles son, a su juicio, los orígenes de estas actitudes terroristas?

–Son muchos factores y elementos que influyen para que una persona opte por llegar al extremo de atentar en contra de las vidas humanas. Pero sin duda la ignorancia y el fanatismo son instrumentos claves para que los otros factores hagan su efecto y la persona pierda la razón y la humanidad.

– ¿Qué actuaciones permitirían un acercamiento sin temor de la población que no es musulmana a la que sí lo es?

–Abrirse mutuamente y romper esas barreras basadas sobre los perjuicios y el recelo. Somos conciudadanos y nos une el techo de la ciudadanía y el interés común de una sociedad sólida y diversa. Cada uno es libre en creer en lo que vea conveniente siempre y cuando se respete la libertad de los demás y el orden público. Nuestras diferencias culturas y confesiones deben ser elementos de riqueza para nuestra sociedad y no impedimentos a nuestra convivencia y coexistencia.

–Usted trabaja en varias direcciones en este sentido, imagino, desde sus diferentes cargos en representación de la comunidad musulmana… explíquenoslas.

–Siempre he llamado a la comunidad musulmana y especialmente a los jóvenes a la participación y contribución positiva en su entorno. Implicarse en nuestra sociedad como el resto de la ciudadanía y demostrar con la práctica la belleza de nuestra religión. No hacer ver a los demás nuestra religiosidad como un obstáculo sino todo lo contrario, un motivo de acercamiento, respeto y positividad. Hay que hacer mucha pedagogía con la propia comunidad musulmana en este sentido y nos tenemos que abrir más al resto de la sociedad.

–Como marroquí y conocedor de su país de origen al igual que de España, ¿qué Gobierno considera que lucha de manera más eficaz contra esta barbarie?

–No soy un especialista en el aspecto de seguridad, pero según lo que se ve y lo que sale en los medios, hay una colaboración muy estrecha y fructífera entre los dos países vecinos en materia de seguridad e inteligencia que ayuda mucho para prevenir que los terroristas golpeen en nuestras sociedades y atenten en contra de nuestra seguridad y libertad.

–¿Interesa a alguien el terrorismo?

–Por supuesto les interesa a muchos bandos que trabajan ciertas agendas políticas y les interesa que reine el caos en el mundo para coartar nuestra libertad y vendernos la cultura del miedo. Y los más interesados en ello son los fanáticos en ambas partes tanto los que levantan falsamente la bandera del Islam como los que aprovechan ese terror para señal al Islam y a los musulmanes y justificar su odio e islamofobia.

–No piense en limitaciones de ningún tipo. Si estuviera en su mano, ¿qué medidas tomaría para zanjar este problema?

–Invertiría mucho en la educación y la concienciación de toda la sociedad. Cualquier euro que se gasta en la educación y las políticas de tolerancia, diversidad e inclusión, nos va a ahorrar gastar en la seguridad. Revisaría nuestro sistema de educación y nuestros libros de texto y fomentaría la cultura de la convivencia y el respeto a las diferencias desde una edad muy temprana. Elaboraría unas políticas de largo plazo para combatir la exclusión social de nuestra juventud y el fracaso escolar, y controlaría a los medios de comunicación para que sean elementos que fomenten la convivencia y la ciudadanía en vez de que sean instrumentos que generen odio y estigmatización. Y por supuesto mejoraría la colaboración entre los diferentes Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para prevenir estos atentados antes de que ocurriesen y actuar de manera eficiente en el momento en que, por desgracia, tengamos que sufrirlos. Pero insisto, la lucha no ha de ser sólo desde la perspectiva de la seguridad sino también es una lucha ideológica basada fundamentalmente en la educación.

–Como imán quería preguntarle qué ha hecho cuando en los ojos de alguno de los fieles que acuden a su mezquita y en sus preguntas y dudas ha visto que seguían un camino equivocado.

–Nuestro trabajo se centra en los jóvenes a través de charlas, seminarios, jornadas de formación, campamentos entre otras iniciativas. No reaccionamos sólo cuando ocurren atentados, sino que llevamos a cabo una labor de base dirigida a la formación de nuestros jóvenes en los diferentes aspectos para dotarles de una inmunología que les permita filtrar las ideologías nocivas.

–¿Qué puntos del Corán permiten una dispersión o malinterpretación que dé pie a matar en nombre del Islam?

–Los terroristas utilizan una retórica bien definida que saca ciertos pasajes coránicos de su contexto histórico y político para justificar su barbarie y conseguir captar a personas vulnerables. También sacan partido de los conflictos internacionales y las guerras injustas que sufren algunos países musulmanes para dar legitimidad a su “lucha”.

–¿Qué es la yihad para usted?

–El Yihad es un concepto muy amplio que no se puede resumir en pocas palabras. Yo diría que es una filosofía de vida basada sobre el sacrifico y la dedicación para superarnos como personas y contribuir en el bien común buscando la complacencia de nuestro creador. No se limita a la acción bélica como quieren vendérnosla algunos y mucho menos es una “guerra santa” porque la guerra no puede ser santa sino una desgracia. El yihad es una llamada a la vida y la construcción y no un camino de muerte y destrucción. El yihad es un término noble que nos han usurpado los terroristas y han demonizado los medios de comunicación brindando un gran favor a los propios terroristas.

–Es presidente de la Asociación de Jóvenes Musulmanes de España. ¿Percibe que el racismo puede facilitar el trabajo de captación al terrorista de jóvenes que se sienten vulnerables ante estos hechos en España?

–Por supuesto. Los terroristas se basan en la oleada de islamofobia y rechazo de los musulmanes para captar a los jóvenes que sufren una crisis de identidad diciéndoles que no se les quiere en sus sociedades, que se les discrimina, humilla y se les ataca por ser musulmanes. Un motivo para que abandonen esas sociedades y se sumen a ese “estado” falso y virtual y luchen por su causa falsa. Ambos mensajes se retroalimentan y sacan tajada el uno del otro, tanto los islamófobos y los fascistas como los terroristas.

–Esta semana la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta daba la cara por los 99 imames que trabajan en las 33 mezquitas de la ciudad y que contaban con la aprobación del Mandub de Rincón para garantizar la trayectoria de todos ellos. ¿Considera que eso es suficiente? De hecho ha denunciado el peligro de la falta de formación de algunos imames públicamente y aboga por una formación occidentalizada. ¿Eso qué significa?

–Conozco muy bien la realidad de los imames en España porque llevo años trabajando en ese aspecto muy de cerca y me he movido por todo el territorio nacional. En el 2008 publiqué un estudio llamado ‘La realidad de los imames en España’ y justo alarmaba de los problemas que se están agravando hoy en día. Puedo afirmar que no hay radicalización en las mezquitas y que ningún imán puede predicar la violencia dentro de la mezquita porque va a ser neutralizado por la propia comunidad y los servicios de seguridad que por su parte también controlan las mezquitas, pero eso no quita que no haya comunicación con los jóvenes y exista una brecha entre los jóvenes y la mayoría de los imames. Efectivamente la realidad de Ceuta y Melilla es diferente que el resto de la península en el aspecto de la contratación de los imames, porque es un tema que es competencia de Marruecos, y que han pasado el filtro de las autoridades marroquíes, pero nadie puede negar que esos imames en su mayoría por no decir en su totalidad no hablan español, vienen de una realidad ajena a la nuestra, los jóvenes no ven en ellos unos referentes, no hay comunicación entre ellos y los jóvenes por el hándicap del idioma y no conocen los problemas que afronta nuestra juventud ni tienen respuesta contundente a las problemáticas y dudas que se les plantea. Nada más hay que ver el porcentaje de jóvenes que son naturales de Ceuta y Melilla que se han alistado con las organizaciones terroristas en el número total de los que han ido de España, para ver la realidad.

Tenemos que ser conscientes de que la realidad de la comunidad musulmana ha cambiado. Hay un cambio generacional que hay que tener en cuenta, que nos está obligando a tomar cartas en el asunto y actualizarnos y adoptar medidas globales para que la situación no se descontrole. Necesitamos a imames cualificados, con una formación religiosa sólida y actualizada y acorde a nuestra realidad, con dominio del idioma local para transmitir ideas claras a nuestros jóvenes y responder a sus dudas y dotarles de una protección ideológica y espiritual para que no caigan presas fáciles en manos de los reclutadores. Necesitamos que se regule la contratación de los imames a través del órgano representativo de los musulmanes y elaborar unos parámetros unificados para toda España. Y aquí es muy importante señalar que el papel del Estado y las instituciones públicas es vital para garantizar todo esto y cooperar con la comunidad musulmana porque al fin y al cabo son nuestros hijos y son ciudadanos de nuestra sociedad.

–¿Siente la población musulmana en España más miradas de miedo o incluso de rechazo que antes?

–No podemos caer en el victimismo ni caer en la trampa de los islamófobos que quieren demonizar a la comunidad musulmana y generar odio y rechazo entre los componentes de nuestra sociedad. España se caracteriza por su diversidad cultural, lingüística y tradicional, que siempre han sido factores de riqueza y tiene lamentablemente una larga historia con el terrorismo, por lo tanto no podemos caer en la trampa de la generalización ni vamos a brindarles a los fanáticos de todos los bandos el gusto de salirse con la suya, y sembrar el odio y la desconfianza entre nosotros. Es normal que haya algunas reacciones irresponsables pero siempre van a ser hechos aislados y entre todos venceremos al terror y al fanatismo.