Quizás no sea la primera vez que el tema del trabajo hay sido tratado en estos Artículos, pues estoy convencido de que los regalos se hacen en Navidad y en alguna otra ocasión especial. Todo lo demás, en la vida del ser humano, es producto del trabajo que se lleva adelante con inteligencia y tesón. Desgraciadamente, a veces nos olvidamos de ello y nos sentamos a esperar que los asuntos se resuelvan por sí solos y, además, a conveniencia nuestra. La candidez y la vagancia suelen ser compañeras que desplazan al trabajo concienzudo y así van algunas cosas.
Es cierto que, en todas partes, hay escasez de ofertas de trabajo. Esa es una cuestión que sale de las posibilidades personales y se traslada a Organismos que deben velar, todo lo necesario, para encontrar las fórmulas que resuelvan ese problema. En definitiva, ese es su trabajo y a él deben dedicarle toda su capacidad mental y esfuerzo personal. Pero no se trata, aquí y ahora, de resolver ese difícil problema. Lo que en verdad interesa, como en cualquier otro caso, es la disposición personal para atender esa cuestión: el comportamiento del ser humano..
La cuestión que se plantea, en ésta ocasión, es animar a trabajar en ese tiempo libre que cada Perona tiene, en mayor o menor cantidad. ¿Qué se hace y, en especial, qué se hace por los demás? Toda persona necesita ayuda moral, en mayor o menor grado. Hay quienes - de esas personas -solicitan esa ayuda pero otras muchas dejan pasar su vida sin buscar donde ayudar a resolver algún que otro problema de los muchos que existen.
Toda persona bien formada moralmente tiene necesidad de trabajar en ayuda moral a otras personas.
El ser humano necesita llenar su vida y hoy que procurar que ese relleno sea moralmente sano y cuanto más elevado mejor porque ese relleno le permitirá, a su vez, unir el esfuerzo de su alma al de otras más. Se pueden pasar buenos ratos jugando al dominó un grupo de amigos, pero el golpeteo de las fichas sobre el mármol de la mesa se olvida ponto. Es necesario llegar a algo más profundo, algo que haga abrir nuestras conciencias al amor que se debe a la gente y que, además, lo espera porque lo necesita.
El ser humano tiene una gran capacidad para asumir funciones. Basta, en principio, que esté dispuesto a ello y serán muchas las cosas importantes que podrá hacer, además de su trabajo bien hecho, Bien importante es que todo ser humano se preocupe, seria y cariñosamente, por el bien de su alma y las de sus amigos. Tu trabajo es llevar a esas almas la inquietud por el amor a lo bien hecho moralmente. No es una inquietud nerviosa sino amorosa y digna del mayor esfuerzo personal. Se trata de llevar amor donde puede que haya indiferencia. Hay que trabajar, con amor del alma, en ello.