La diputada autonómica Fatima Hamed ha participado esta semana en el foro que, bajo el título ‘Estudios críticos musulmanes: Las luchas descoloniales, teología de la liberación y del renacimiento islámico’, organiza ‘Diálogo Global’ en Granada con la participación, entre otros prestigiosos ponentes, del intelectual Tariq Ramadan; el director del Centro de Estudios de Etnia y Racismo de la Universidad de Leeds, Salman Sayyid; o la presidenta del Grupo Internacional de Estudios y Reflexión sobre la Mujer en el Islam, Asma Lamrabet.
Hamed ha pronunciado una conferencia titulada ‘La participación de las musulmanas españolas en política’ en un acto que la reunió con el sociólogo de origen puertorriqueño radicado en Estados Unidos Ramón Grosfóguel, profesor de la Universidad de Berkeley.
La política ceutí de la coalición Caballas recordó que la participación y representación de las españolas en política “ha estado caracterizada por una baja representación femenina desde que comenzó la etapa democrática” y advirtió de que “teniendo en cuenta lo expuesto sobre lo difícil que está siendo lograr la igualdad real en España, no se puede obviar que a las mujeres musulmanas nos cuesta un esfuerzo adicional”.
“Por un lado nos encontramos con los mismos prejuicios que el resto de mujeres en el mercado laboral, que no son pocos, y por otro”, lamentó Hamed, “nos encontramos con otros que están unidos a la imagen que algunos sectores y algunos medios de comunicación se han afanado en construir acerca de las mujeres musulmanas: incultas, analfabetas, dependientes o sumisas son algunos de los adjetivos a los que demasiadas veces la sociedad occidental nos une a todas las mujeres musulmanas sin excepción, especialmente cuando se lleva el hiyab”.
Según Hamed, si la participación de las españolas en general en política “aún no ha llegado a su apogeo”, la de las musulmanas “acaba de echar a andar”. La ceutí recordó que fue portada de ‘El País’ cuando tomó posesión de su escaño y criticó que algo “tan obvio y tan normal” como la compatibilidad entre nacionalidad y religión “se presenta por los medios muchas veces como algo de difícil encaje”. “El mayor reto que podemos tener en este sentido es el de la normalización de la participación de las mujeres musulmanas en la vida social, asociativa, cultural y política”, resumió la integrante de la Asamblea.