No habían dado las cinco de la tarde. Los voluntarios de Protección Civil iniciaban su labor de búsqueda de Vanesa Martín, la joven de Juan XXIII cuya desaparición ha sido denunciada tanto en Ceuta como en Marruecos. Los grupos de voluntarios se repartieron las distintas zonas a registrar cuando el más cercano a la barriada de la que procede la mujer fueron alertados por un ciudadano que se había sentido indispuesto y, al entrar en una cueva, había encontrado el cuerpo carbonizado de una persona.
Las alertas fueron inmediatas: llamada a la Policía Nacional, Local... cuyos agentes acudían de inmediato al lugar para perimetrar el acceso a la zona evitando así lo más importante, la contaminación de las pruebas. En el interior, los primeros policías de la Unidad Científica de la Jefatura Superior confirmaban que se trataba del cadáver de una mujer con la práctica totalidad del cuerpo carbonizado.
Los grupos de búsqueda de Protección Civil suspendían las labores y todos los focos se centraban en la cueva situada justo frente a la barriada. Una cueva quemada por dentro, en donde la Policía encontró un mechero en los alrededores, pero sobre cuya presencia nadie había alertado. ¿Cómo es posible que se produjera una quema de una persona y nadie notara algo? Es una pregunta de las muchas que ya se hace la Policía y, en concreto, la UDEV a cuyos agentes se les ha encargado ya la investigación.
El trabajo inmediato de la Policía Científica fue importante, ya que del interior de la cueva se sacaron muchos restos que ayudarán a la investigación tendente a saber cómo esa mujer ha terminado en ese punto y muerta de esa manera.
Lo único que se sabe es el sexo de la víctima, dato que confirmó la Delegación del Gobierno. Su identidad es una incógnita de momento, ya que al estar su cuerpo tan dañado son necesarias las pruebas de ADN. Por eso hasta que no haya confirmación oficial no cabe más que la cautela, sin que se pueda confirmar que se trata de Vanesa Martín ni elucubrar ninguna causa.
Los restos (muchos de ellos huesos) fueron trasladados por la Funeraria al Hospital Universitario para la realización de unas pruebas. Hoy se le realizará la autopsia y se trabajará en la identificación, que es lo que más interesa para calmar, sobre todo, a una familia que sigue buscando a uno de sus miembros.
La Policía requirió también la colaboración de los Bomberos, inspeccionando las inmediaciones del lugar hasta el último detalle. El suceso, por sus características, conmovió a la ciudadanía, expectante por lo sucedido y por las consecuencias finales.
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