Los ataques que el equipo de gobierno viene recibiendo desde hace más de un año por los dos partidos de la oposición en materia del precio de los recibos del agua no parece justa, porque, en primer lugar, ni siquiera reconocen la batería de bonificaciones que se introdujeron en su momento para todos los colectivos vulnerables como pueden ser los casos de las familias numerosas, los núcleos familiares con escasos recursos o los mayores de sesenta y cinco años. Bonificaciones que pueden llegar en algunos casos hasta el noventa por ciento. Es necesario conocer que la Ciudad Autónoma recauda un tercio del coste total de lo que abona por el agua. Seis millones de ingresos y dieciocho millones de gasto. Además, la propia desalinización es cara y aquí el metro cúbico de agua tratada sale el doble de lo que otros Ayuntamientos abonan en la Península. Son circunstancias que han de ser tenidas en cuenta, pero claro, es más fácil hablar de la oposición que gobernar. Porque algún día, a lo mejor, todas esas cañas se vuelven lanzas si se obtienen responsablidades de gobierno.