El
PSOE de Ceuta ha cambiado este jueves por la tarde de nuevo de parecer. El 22 de noviembre votó inicialmente a favor con alborozo de los
Presupuestos de la Ciudad para 2024. A mediados de diciembre anunció entre bambalinas que lo haría en contra por
no poder gobernar en coalición con el
PP, que le ha dado calabazas, ni parar la municipalización de la limpieza viaria, sus dos grandes condiciones. Ahora se va a abstener. Así se lo ha prometido
Juan Gutiérrez, según fuentes gubernamentales, al presidente de la
Ciudad, Juan
Vivas, al que ha insistido en que debería
hacerle hueco al PSOE en su Ejecutivo, algo que Ferraz vetó en agosto. Después de aquel intento los socialistas caballas no dejaron de susurrar al PP que cuando Sánchez fuese investido y renovado en La Moncloa todo sería de nuevo posible. La gran oportunidad se presentó como método para enjuagar con Ceuta su acuerdo con EH Bildu en Pamplona. Que Vivas les cerrase la puerta a darles sillones por “coherencia” y que no abdicase de asumir la gestión directa de la limpieza pública, lo que dejaría a Gutiérrez en el brete de renunciar a su carrera política o a buena parte de sus ingresos mensuales (el acta es incompatible con ser empleado público de la Ciudad), llevó al PSOE a amagar formalmente con tirarlo todo por la borda, empezando por el Presupuesto de 2024, al que renunció a presentar enmiendas. Con parte de su partido pidiéndole por escrito explicaciones por sus vaivenes y en una zozobra cada vez más evidente, el secretario general de los socialistas ha acabado dando marcha atrás con su último órdago y ha anunciado que volverá a la “responsabilidad” para dar “estabilidad” y “gobernabilidad” a Ceuta. El presidente de la Ciudad ha reiterado a Gutiérrez lo que ya le dijo a mediados de la semana pasada: que está dispuesto a “intensificar” el diálogo con el primer grupo de la oposición, al que el PP ha entregado la Vicepresidencia Primera de la Mesa Rectora de la Asamblea, sobre todos los asuntos “decisivos y estratégicos” para Ceuta.