Estaría bien que, en el caso de las federaciones deportivas con escaso número de licencias, se cumpliera ese refrán que reza ‘pocos pero bien avenidos’ pero por desgracia no siempre se cumple.
El pasado 21 de julio se celebraba en el pabellón Guillermo Molina la asamblea General de la federación ceutí de balonmano, y pese a que el acta de la misma no ha trascendido y ni los clubes ni el ICD la han recibido, este medio ha podido conocer que quien ha ejercido como presidente de la misma en las últimas temporadas, Guillermo Vivas, presentó su renuncia al cargo y todo parece indicar que su decisión es irrevocable, aunque todo podría cambiar si los implicados en el balonmano ceutí tendieran puentes para entenderse.
Si esos puentes entre clubes y estamento federativo se tendiensen y se atendieran a las peticiones de la federación de, entre otras cosas, cumplir con el pago de las mutualidades de los jugadores por parte de los clubes, posiblemente la decisión de Guillermo Vivas diese un giro, pero el paso lo habría de dar los clubes. La actual junta directiva de la federación de balonmano cuenta con 30 días, a contar desde la celebración de la asamblea general, para anunciar la convocatoria de elecciones al cargo de presidente.