El ceutí Guillermo Ríos, encargado de la dirección, dramaturgia y también parte del elenco de la obra ‘Gumersindo y Apolonio’, que se presentará este sábado 11 de septiembre, a las 19.30 horas, en el Teatro Auditorio Revellín de Ceuta, nos habla acerca de cómo nacieron estos personajes y qué mensaje quieren dejar al público con "un amor imposible, discusiones sin fin y el absurdo como modo de vida”.
–¿De qué trata ‘Gumersindo y Apolonio’?
–La obra es básicamente la historia de amor de Gumersindo y Apolonio, cosa que en este caso es un amor imposible que no pueden vivir con libertad por su condición sexual, ya que son de un pueblo en el que la mentalidad es muy cerrada y su familia lo vería falta, entonces ellos se ven en secreto todos los días en la casa de Apolonio, cuando sus padres se van, Gumersindo va y esos son los ratos que aprovechan para verse y para tener algo. Pero siempre está el miedo de si vendrán o no vendrán los padres y su mecanismo para vivir el amor, como están tan reprimidos, es que al final acaban discutiendo por todo y su relación se basa en discusiones que están elevadas a un nivel alto para que produzca comedia, para que no sea tan dramática, y roza lo absurdo incluso.
–¿Cómo transcurre la obra?
–En un día cualquiera en la vida de ellos, en el que discuten por millones de cosas, vamos haciendo un viaje al pasado y conociendo cómo ellos se conocieron y cómo empezaron a entablar esa amistad, que más que amistad fue amor a primera vista. Es un poco el resumen de lo que va la obra.
"Nuestro principal motor fue hacer un espectáculo divertido para que la gente se lo pueda pasar bien”
–¿Cómo se inspiraron para crear ‘Gumersindo y Apolonio’?
–Nosotros comenzamos haciendo una pieza corta de microteatro de 15 minutos, con un sainete de los hermanos Álvarez Quintero, que son piezas cortas como los entremeses de Cervantes, pero muy andaluces, incluso los textos están escritos en andaluz con palabras escritas como suenan en andaluz, no un castellano como el que conocemos. Entonces ese mundo nos pareció muy interesante y empezamos a trabajar desde ahí, empezamos a trabajar esta pieza tal cual, le metimos algunas cosas a la pieza corta y luego decidimos que los personajes tenían un desarrollo interesante, porque nuestro trabajo principal fue hacer unos personajes muy potentes. Lo que decidimos entonces fue hacer crecer esta pieza y basarnos en ella para construir nuestro propio espectáculo. Conservamos algunas partes que nos interesaban, pero un 90% es nuestro y nuestro principal motor sobre todo fue hacer un espectáculo divertido para que la gente se lo pueda pasar bien, es espectáculo para divertirse y luego están los temas que se abren dentro de espectáculo, pero sobre todo es para divertirse.
"Mi compañero Jean y yo siempre hemos ahondado en la idea del absurdo, del teatro del absurdo”
–¿Cuántas veces han podido presentar la obra?
–La estrenamos en 2019, el año antes de la pandemia, hicimos el estreno y dos veces más. Luego vino la pandemia y entre el año pasado y este unas 20 y 25 veces, pero tuvimos que parar en seco unos cinco o seis meses, casi medio año sin poder hacer nada.
–Si bien el objetivo es que la gente se divierta con la obra, ¿cuál es el mensaje que quieren dejar más allá de eso?
–Lo que la obra te quiere contar al final es que deberíamos tener libertad, todo el mundo, para poder vivir nuestro amor, sea con quien sea y sea hacia quien sea, mientras no moleste a nadie. Amar a alguien no tiene que molestar a los demás, y cuando eres heterosexual y vas con tu pareja por la calle no pasa nada. Vivimos unos tiempos muy delicados con este tema y por supuesto nosotros lo tratamos desde una posición muy respetuosa porque no tenemos esa condición sexual y le damos la visión desde la que creemos que podemos aportar y ayudar, pero siempre con mucho respeto.
"Decidimos hacer crecer esta pieza y basarnos en ella para construir nuestro propio espectáculo”
–¿En tiempos de crisis qué tan importante es el humor?
–Nosotros consideramos que no hay nada más serio que reírse y creemos que el humor es una de las armas más potentes para hacer reflexionar y lo que consideramos que la pandemia ha hecho, gracias a la pandemia o por culpa de la pandemia, es que ha empezado a tener sentido hacer lo que hacemos al ver a la gente reírse por una hora y olvidarse de sus problemas por un momento. Es mágico eso de poder abstraerse por una hora y disfrutar, y para mí el sentido que tiene es sanar un poco las pequeñas heridas del día a día.
–Como parte de la descripción de la obra se refieren al “absurdo como modo de vida”, ¿qué significa eso?
–Mi compañero Jean y yo siempre hemos ahondado en la idea del absurdo, en la idea del teatro del absurdo, para nosotros es el que más se acerca a lo que es la vida, porque consideramos que la vida no está tan lejos de ser eso, de conversaciones que no llevan a ninguna parte, de gente que se habla y no se escucha, de situaciones muy delirantes que cuando las lees no crees que pasen, pero mientras las lees están pasando en algún sitio. El absurdo es un modo de vida y la vida es bastante absurda, entonces nuestro motor de trabajo es, desde lo físico y desde la palabra, llevar las situaciones a un lugar más cercano a la vida, en este caso más absurdo.