Guillermo Molina es un gran embajador de nuestra ciudad en su periplo deportivo actualmente en Italia y en etapas anteriores en Cataluña. Con escasos trece años Willi, que es el apodo del waterpolista, abandonó Ceuta con ilusión de triunfar en un deporte que a nivel local tiene su máximo exponente en el Club Natación Caballa. Sin duda lo ha conseguido y por su juventud le quedan muchos años de competición y obtener títulos con su propio club y con la selección. Es un ejemplo a seguir.
Sin duda la figura de Guillermo no pasa desapercibida para nadie en Ceuta y prueba de ello es que ha tenido un reconocimiento más que merecido en su tierra natal, como es que una instalación deportiva inaugurada en septiembre de 2010 lleve su nombre. En esos importantes momentos estuvo acompañado de sus propios familiares y de otras personas que han sido importantes en su desarrollo como persona y deportista.
Cuándo se estaba construyendo el referido complejo deportivo y había que “bautizarla” se barajaron nombres de varios candidatos, a propuesta o avalados por particulares, asociaciones o entidades. Uno de los grupos más insistentes en darle el nombre de nuestro deportista en activo fue el de Juventudes Socialistas. El propio Willi posee un dosier más que completo de todo el proceso.
Pues bien y con escasos cuatro meses desde que abriese sus puertas al público esta instalación es noticia por cuestiones más negativas que positivas, dejando mal el dicho de “nunca es tarde si la dicha es buena” porque también el retraso en las obras fue considerable.
En este período hay quejas de los usuarios respecto a la ausencia de agua caliente en ocasiones, en momentos puntuales ni caliente ni fría, vestuarios con espacios muy reducidos y desagües defectuosos, gimnasio con deficiencias y alguna que otra cuestión más. Hay que añadir además la limitación además que esta instalación tiene para que en la misma puedan celebrarse encuentros de ciertas modalidades deportivas e incluso la carencia de elementos necesarios para otros. El ejemplo más claro es las medidas de la piscina, que no podría albergar un encuentro internacional de waterpolo en el supuesto caso de que pudiéramos tener la ocasión de ver a Guillermo en el pabellón de su propio nombre defendiendo los colores de la nacional.
Otro asunto importante son las deficiencias en cuestiones de seguridad detectadas por la Inspección de Trabajo en esta instalación, instándole a su solución con carácter inmediato tanto en las dependencias administrativas como deportivas y que por tanto afectan tanto al propio personal del Instituto Ceutí de Deportes como a los numerosos usuarios.
Tienen que ponerse las pilas los responsables políticos para que el Completo Deportivo “Guillermo Molina” ofrezca el mejor servicio a la ciudadanía. Además otra asignatura pendiente en el ICD es modernizar los servicios de atención al público.
Muchos de los usuarios tuvieron que guardar cola a la intemperie para poderse inscribir en algunas de las actividades, esas mismas que con el tiempo algunos abandonan y la lista de espera que no avanza.
Para cuándo las nuevas tecnologías.