Javier Guerrero ha encadenado tres ‘eneros negros’ consecutivos con su detención ayer miércoles a primera hora de la mañana en Ceuta por parte de agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia local de la Guardia Civil.
El 26 del primer mes de 2021 abandonó su cargo como consejero de Sanidad en el Ejecutivo local y el escaño que ocupaba desde 2015 en la Asamblea tras conocerse que se había saltado los protocolos de vacunación contra la covid-19.
A principios del año pasado el Área de Menores prescindió de la relación de colaboración que había tejido con el Servicio de Protección a la Infancia de la Ciudad después de la crisis migratoria de mayo del ejercicio anterior.
La noche de este jueves la ha pasado en los calabozos de la Benemérita después de los registros practicados en su vivienda y sus despachos en el Hospital Universitario y una clínica privada. Previsiblemente pasará a disposición judicial este jueves o este viernes.
El instructor de la causa ha decretado el secreto de sumario sobre la investigación realizada por el Instituto Armado durante los últimos meses después de que el Área de Menores alertase a la Fiscalía de la existencia de presuntos comportamientos impropios en su relación con jóvenes tutelados.
Guerrero lo negó, como que el Ingesa le abrió un expediente informativo y le prohibió expresamente “proporcionar obsequios de cualquier naturaleza a los menores de edad que se encuentran a cargo de la Ciudad Autónoma sin la previa y expresa autorización por parte de Fundación SAMU”.
Casado y padre de tres hijos, licenciado en Medicina y Cirugía por la UGR y especialista en Aparato Digestivo por el Hospital Clínico de Madrid, Guerrero trabajó desde 1984 en Urgencias y los últimos años ha ejercido como jefe de la Unidad de Digestivo y Endoscopia del Ingesa.
Aunque su hermano mayor, Carlos, fundó Coalición Democrática (germen de Alianza Popular) en Ceuta, el doctor no apareció en el primer plano de la política local hasta 2015, cuando ocupó, como cuatro años después, el número 5 de la lista del PP.
A la política ha venido atribuyendo para mal buena parte de los titulares que le han hecho conocido a nivel nacional. Primero cuando tuvo que dejar su cargo en el Gobierno. Después cuando se conocieron las medidas adoptadas por la Ciudad y el Ingesa en lo tocante a su relación con menores. Todo han sido, desde su punto de vista, zancadillas y faltas peores con un único objetivo: “No quieren que me presente, pero el pueblo está a mi favor”, proclamó en septiembre.
“Por qué, por qué… ¿Porque he sacado un partido político? ¿Porque las encuestas me dan? ¿Porque el pueblo me quiere? ¿Por qué?”, se preguntó convencido de su predicamento social.
El médico insiste en presentarse como víctima de la clase política
Guerrero se ha personado en la causa archivada de inicio por coacciones a menores para denunciarlo
Javier Guerrero lleva medio año intentando presentarse como víctima de los “poderes fácticos” de Ceuta, más concretamente de la clase política, de manera específica del PP y el PSOE. En julio habló por primera vez de la “inquina enorme” que le profesaban “dos personas” con la bendición de las “altas esferas”.
El pasado 30 de septiembre amplió la acusación de forma explícita ante la Jefatura Superior de la Policía Nacional, donde anunció una cascada de denuncias que respaldarían que menores migrantes no acompañados habían sido “coaccionados” para imputarle supuestos delitos (“lo que no se puede decir”, según sus propias palabras). La magistrada instructora concluyó en primera instancia que “de lo actuado no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que dio motivo a la formación de la causa”.
Esa fue la resolución que adoptó después de que la Policía Nacional indagase en la veracidad de las declaraciones efectuadas por un trabajador de Cruz Roja, un vigilante de seguridad y una monitora, todos ellos ligados de alguna forma al doctor. Ninguno de los menores interrogados respaldó sus aseveraciones.
Tras conocer la decisión del sobreseimiento Javier Guerrero solicitó su personación y aportó una supuesta retractación de un trabajador que había alertado de la presunta comisión de comportamientos impropios por parte del médico con niños tutelados por la administración. Entre otras cosas el caso está ahora pendiente de que el susodicho aclare si cambió o no de versión, así como las razones de su viraje si es que existió.
La investigación bajo secreto de sumario comenzó hace diez meses
El exconsejero de Sanidad volvió ayer a aferrarse al hilo de la trama en su contra para intentar explicar su arresto. En Twitter, después de dos horas junto a la Guardia Civil, apeló a una información publicada en un diario digital de ámbito nacional que ya había anunciado a sus íntimos que se difundiría en breve para justificar lo que le estaba pasando.
“Que le quede claro a todo el mundo lo que pasa en esta ciudad”, sentenció desde su cuenta como si hubiera relación causa-efecto sobre el titular ‘El PSOE de Ceuta, en el punto de mira de una trama falsa para acusar a un exconsejero del PP de tocamientos a ‘menas’.
La investigación bajo secreto de sumario de la Guardia Civil que desembocó ayer en la detención de Guerrero comenzó hace aproximadamente diez meses, mucho antes de que el médico empezase a decir que se siente perseguido por el tirón electoral que se atribuye a sí mismo y que afirma pretenden dinamitar.
En Ceuta hace falta una buena investigación al ayuntamiento más de la mitad lo cogerán gastan más de lo que gana.