La Dirección General de la Guardia Civil ha considerado la propuesta presentada por la Asociación Española de la Guardia Civil -AEGC- para que los agentes que prestan servicio en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla sean catalogados como miembros de unidades de Costas y Fronteras. Una medida que llevará el aumento del complemento específico singular superior al que actualmente perciben.
La AEGC, en un escrito presentado a la Dirección que fue adelantado por El Faro de Ceuta, reclamó la transformación de las compañías de Seguridad Ciudadana de Ceuta y Melilla en Fiscal y Fronteras, ya que son las funciones que realizan los agentes destinados en ambas ciudades y, por tanto, deben cobrar la función que desarrollan.
Ahora, tal y como ha confirmado la asociación a este periódico, se está trabajando por parte de la Dirección en esa transformación al “considerar que los guardias civiles que realizan servicio en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla deben estar dentro del dispositivo nacional de la especialidad de fiscal y fronteras y, por tanto, pasarán a tener todos los derechos inherentes a esa especialidad, es decir, la titulación adecuada y el Complemento Específico que corresponde a la misma”, explican.
Ahora la clave está en cómo se va a tener que organizar la Comandancia para la reestructuración que tendrá que llevar a cabo. Tal y como detalla la AEGC, caben varias posibilidades: “La primera, que pasa por la unificación de ambas compañías -la actual de Fiscal con la Compañía de Seguridad Ciudadana y, por tanto, esta Unidad se encargaría de todo el cometido en ambas ciudades autónomas-. La segunda, quedar como actualmente están con una nueva nomenclatura para la Compañía de Seguridad Ciudadana, que se encargaría de la vigilancia de costas y el perímetro fronterizo. Existiría otra Unidad que se dedicaría a la vigilancia de Delegación, juzgado, prisión y vigilancia de seguridad en la Comandancia”.
La orden general que regulaba esta especialidad se publicó en septiembre de 2021
La Dirección tiene que hacer su trabajo, tras tiempo de retraso y de no cumplir con lo que sencillamente correspondía a los guardias civiles, que desde que entró la nueva orden general de Costas y Fronteras están cumpliendo con unas funciones que no han sido remuneradas. Es la Dirección y los jefes de la Comandancia los que tendrán que evaluar “cuál es la mejor forma de organización de ambas comandancias para dar un mejor servicio a los ciudadanos”. Desde AEGC agradecen “la disposición de los jefes de Comandancia y a la Dirección General por aceptar nuestra propuesta y hacer justicia con los guardias civiles de ambas ciudades autónomas. Unos guardias que realizan el servicio más penoso de todo el país”, recuerda.
No le falta razón a la Asociación Española de la Guardia Civil a la hora de indicar esto. Todavía se recuerdan las manifestaciones de quien fuera máximo responsable del Cuerpo en Ceuta, el coronel Julio Quílez Guillén, cuando calificó el servicio en el perímetro fronterizo de Ceuta y Melilla como “el más duro de todo el país”.
Con esta propuesta, la AEGC aclara que se pretende que cada guardia civil “cobre lo que realmente le corresponde por las funciones que realiza”. Esta nueva Unidad posibilitaría a los guardias de más edad poder optar a un servicio con menos exigencia física, como pueden ser los servicios de Delegación del Gobierno, juzgados, vigilancia de la penitenciaría.
La consideración de la propuesta de AEGC evitará que los guardias civiles tengan que reclamar su pertenencia a las unidades fiscales teniendo que presentar instancias y recursos contenciosos que llenarían los juzgados y provocarían quebraderos de cabeza para los agentes y la Administración.
Fue en septiembre de 2021 cuando la Dirección General de la Guardia Civil publicó la Orden General número 21/2021, en la que se regulaba la especialidad de fiscal y fronteras. “Esta especialidad integra el conjunto de capacidades que habilita a los guardias civiles para el desempeño de las funciones de Policía fiscal y aduanera para prevenir y perseguir el contrabando, el narcotráfico, así como la custodia, control y vigilancia de las costas, fronteras, puertos y aeropuertos y, en este ámbito, el control de la inmigración irregular”, apunta la asociación.
"Ya en época de mando de Julio Quílez al frente de la Guardia Civil, se llegó a calificar el servicio prestado en el perímetro como el más duro de todo el país"
La petición cursada por AEGC es de ese mismo mes, cuando reclamó de manera oficial que fueran transformadas las compañías aludiendo al cometido, prácticamente exclusivo, de los guardias civiles para estas funciones. La transformación de la unidad otorga a los guardias civiles de estas unidades la habilitación preceptiva, que lleva consigo el aumento del Complemento Específico Singular de esta especialidad -unos 50 euros-. “Es lo que les correspondería en justicia a estos guardias civiles”, justifica la AEGC.
Tanto en Ceuta como en Melilla, los guardias civiles hacen básicamente cometido de vigilancia de perímetro fronterizo y costa, con excepción de los que realizan servicio en las instalaciones bajo su seguridad como Delegación, la propia Comandancia, los juzgados o la cárcel.
La AEGC está atenta al cumplimiento de este compromiso por parte de la Dirección, después de meses esperando que se haga justicia y bajo la advertencia de iniciar movilizaciones si no se acata una promesa que cobra, ahora mismo, mucho más sentido ante el anuncio de la apertura de las fronteras de las dos ciudades autónomas y el necesario mayor control que deberá tenerse en las líneas con Marruecos.
Cinco meses desde que se anunció que había sensibilidad
La Dirección General de la Guardia Civil se toma su tiempo aun cuando las reclamaciones están más que fundamentadas. Fue en octubre de 2021 cuando se conocía la sensibilidad para dar el visto bueno a dicha petición, lo que suponía reconocer las peticiones de los guardias civiles. Cinco meses han pasado para que la AEGC haya sido informada de que su petición, formulada oficialmente por registro, tiene cabida. Informaciones oficiosas daban por hecho que este paso se daría, pero se ha tardado meses en que se le haya dado cierto viso de oficialidad. Este cambio llevará a que la propia Comandancia de Ceuta como la de Melilla tengan que reestructurar el organigrama existente en la actualidad y su funcionalidad.