El pasado día 7 Carmen Echarri publicaba un artículo que titulaba “De la vieja a la nueva (o casi) Guardia Civil”. Un artículo muy acertado, porque pocas personas conocen con tanto detalle esta Institución. Hacía un repaso breve, pero crítico -como debe hacer una periodista- de la evolución en unos años de la situación vivida en nuestra ciudad y creo que acertó en todo, pero no profundizó mucho en el asunto y, por tanto, no dejó ningún herido grave en su crítica, sobre todo, porque muchos de los que podían ser objeto de ellas están muy lejos de la actualidad.
Lo cierto es que hay que aplaudir la idea de abrir la Institución a los niños y el acto fue muy bonito y estuvo muy bien organizado. Abrir la Guardia Civil a la sociedad, eso fue precisamente lo que hicimos los antiguos dirigentes de la antigua Coproper-6J “míster proper” como decían algunos. Ella y yo sabemos quién lo decía para meter un poco de humor a este artículo. Sí la vieja Coproper-6J fue la organización que tuvo la idea de hacer actos por la Patrona para todos los ceutíes. Fuimos a colegios a dar charlas sobre la droga a los niños, llevamos incluso perros e hicimos ejercicios. De eso se acuerdan bien algunos guías a los que casi les cuesta una sanción. Hicimos partidos de futbol con los inmigrantes “negros y argelinos” y compartimos con ellos mesa y alguno nos hizo de rey mago para nuestros hijos. Una experiencia inolvidable.
Fuimos los primeros y únicos durante muchos años, después empezaron a organizar actos en algunas otras ciudades. Y, como fuimos los primeros, también se nos criticó, incluso intentaron amedrentarnos haciendo alusiones a que nosotros no teníamos legitimidad para hacer esos actos, como si fuéramos impostores y que debíamos dejar bien claro que no era la Guardia Civil la que hacía los actos, era una Asociación de Guardias Civiles sin ninguna vinculación al Cuerpo. Cosa que siempre me provocó risas, porque si no tenia ninguna vinculación al Cuerpo, ¿por qué nos llamaban a un despacho de la Guardia Civil para advertirnos?
Se equivoca mi Echarri cuando dice que “habría que pedirle también discursos valientes, claros y directos” en los actos de la Patrona, porque recuerdo al teniente coronel, mejor profesional y persona D. Juan Moreno Bogajo, que dijo en una Patrona que los guardias iban en coches viejos y en malas condiciones, que debíamos cobrar más porque trabajábamos mas y todo ante la mirada incrédula de un delegado del Gobierno que creía oír a un marciano disfrazado de teniente coronel de la Comandancia diciendo verdades prohibidas en una Institución todavía sin derechos de asociación. Poco duró el extraordinario coronel. El siguiente dijo que los guardias civiles estábamos muy bien y que éramos tan profesionales que hacíamos horas extraordinarias y renunciábamos a cobrarlas. Ahí están las hemerotecas para los incrédulos, porque hay cosas tan descabelladas que creemos imposibles.
Carmen conoce bien la Guardia Civil y mucho le tenemos que agradecer los guardias civiles -cosa que no hacemos, porque tenemos mala memoria-. Haciendo memoria recuerdo las páginas diarias de El Faro de Ceuta llenas de problemas del Servicio Marítimo como protagonista que terminó con una querella del jefe del mismo contra Carmen Echarri, en cuyo acto comparecí como testigo de la tan odiada Echarri. La cosa acabó archivándose con el consiguiente coste económico para el querellado. Después hemos sido víctimas de querellas conjuntas que han sido desestimadas para desdicha de la parte ofendida. Eran tiempos distintos a los de ahora, pero mucho más entretenidos.
Pero la periodista sigue metiendo el ojo en la herida de las asociaciones -como debe ser- y habla del mucho ruido que dábamos la Coproper-6J y cómo poníamos a muchos en situaciones difíciles y lo poco ruido que damos ahora. En eso acierta la Echarri, pero son tiempos distintos porque estábamos en una Guardia Civil donde los guardias eran privados de libertad por simples faltas leves vulnerándose los derechos Constitucionales de los guardias civiles y sus familias, estábamos en una Guardia Civil de jornadas interminables, sin muchos de los derechos que tenemos hoy en día como vacaciones en verano, días de Semana Santa y Navidad, una jornada laboral más acorde a la realidad social; unas retribuciones más dignas y un régimen disciplinario con más garantías que ha provocado la reducción de sanciones. En definitiva, unos guardias civiles con más derechos y menos comprometidos por conquistar los muchos que faltan.
Sin embargo, te doy la razón, hay muchas cosas que denunciar y las asociaciones se ponen de perfil, no hacen el ruido que deberían hacer, pero esa falta de ruido tiene dos responsables. Uno, los propios guardias civiles que acomodados esperan que las cosas caigan del cielo, aunque sin ruido no hay ni habrá avances. Y, por otro lado, unas asociaciones que no se sienten presionadas, cuestionadas y, mucho menos, apoyadas por unos guardias que tienen la cabeza en otras cosas más importantes.