Un guardia civil de la Comandancia de Melilla logró salvar la vida a un bebé de diez meses que se asfixiaba mientras aguardaba la cola para entrar con su madre desde Marruecos a Melilla, en la frontera de Beni-Enzar.
Melilla ha sido testigo de un acto heroico por parte de un miembro de la Guardia Civil. El agente, tras practicarle los primeros auxilios de reanimación al bebé cuando presentaba insuficiencia respiratoria, inconsciencia y rigidez corpórea, pudo salvarle la vida.
Según informó un portavoz de la Comandancia melillense a Europa Press, los hechos ocurrieron en la frontera de Beni-Enzar, en la mañana del pasado 27 de agosto, concretamente en la terminal de entrada habilitada para el acceso peatonal.
"Una mujer con su bebé en brazos pidió auxilio a los agentes de servicio puesto que su hijo se encontraba inconsciente", ha explicado la citada fuente.
Inmediatamente, ha añadido el portavoz, el agente de la Guardia Civil comprobó como el bebé no respondía y se encontraba rígido y con problemas de respiración, "por lo que lo situó en posición de seguridad aplicándole un masaje pectoral y en la espalda, al mismo tiempo que le daba leves golpes con el fin de devolver la consciencia y activar el ritmo cardíaco, logrando su estabilización".
Gracias a la rápida actuación y los conocimientos del agente que fueron cruciales, se consiguió estabilizar al bebé.
Una vez llegada la ambulancia medicalizada hasta la misma frontera de Beni-Enzar, los servicios médicos se hicieron cargo del menor que fue trasladado al Hospital Comarcal de Melilla, "confirmando los especialistas técnicos que la rápida actuación del agente de la Guardia Civil fue vital para el bebé", ha recalcado.
Este heroico acto pone de manifiesto la dedicación y profesionalidad de los miembros de la Guardia Civil, siempre dispuestos a prestar apoyo y asistencia en situaciones de emergencia.