La Guardia Civil ha interceptado a primera hora de esta mañana una toy ocupada por dos inmigrantes que acababa de salir de Ceuta con ánimo de llegar a la Península. Ha sido localizada tras salir de Calamocarro, el mismo punto en donde solo 24 horas antes el propio Instituto Armado abortó la salida de una embarcación a motor antes de que fuera cargada de magrebíes. Es la tónica de un verano en donde a las intervenciones que se saldan con rescates en el mar se suman estos servicios en los que lo que se frenan son escapadas desde nuestra ciudad.
Y el origen radica en la cantidad de marroquíes embolsados en Ceuta, a donde llegaron en mayo con motivo de la denominada crisis de los espigones, después de que Marruecos dejara de ejercer sus funciones de salvaguarda de las fronteras y permitiera el acceso de miles de personas por el espigón del Tarajal o el de Benzú. Buena parte de esos más de 10.000 magrebíes retornó a su país de manera voluntaria, pero hubo quienes han rechazado esta medida ya que en su ánimo está el poder alcanzar la Península, intentándolo de manera irregular bien en kayak, embarcaciones playeras como la localizada esta mañana u otras más preparadas.
En este caso los dos inmigrantes fueron trasladados a tierra por la propia Guardia Civil, a pesar de que ya se había alertado a la Atria con base en Ceuta. Cuando pasó esto no habían dado las siete de la mañana, pero horas antes, en torno a las tres de la madrugada, se divisó a otros cuatro magrebíes que salían de Ceuta en kayak y que fueron avistados a 1,6 millas. También la patrullera del Servicio Marítimo se hizo cargo de ellos, sin que llegara a intervenir la unidad de Salvamento con base en el muelle de España de nuestra ciudad.