La detención esta semana de cuatro personas a bordo de una narcolancha
que fue trasladada a Ceuta con casi una tonelada de
hachís esconde una acción de coordinación de varias unidades de la
Benemérita en la lucha contra el
narcotráfico. Ahora hemos podido saber que la detección de la lancha se llevó a cabo gracias a un avión del Servicio de Guardacostas de Islandia, participante en la operación Índalo de Frontex. Al comprobar la presencia de gran cantidad de fardos de hachís se activaron a todas las unidades de la zona para evitar que la droga llegara a su meta. CECORVIGMAR (Centro de Coordinación de Vigilancia Marítima), CCON-SUR (Centro de Concentración contra el narcotráfico) y OCON-SUR (Órgano de Coordinación de operaciones contra el narcotráfico) montaron un dispositivo para, con el apoyo de unidades de Ceuta y Algeciras, abordar la lancha. El fin se logró, aunque con riesgos, obteniendo la detención de los cuatro ocupantes, procedentes de Marruecos, Bélgica y Francia que ya están en prisión acusados de un delito contra la salud pública. Los tres primeros ingresaron en la cárcel este viernes mientras que el cuarto, tras ser dado de alta en el hospital ayer sábado, tras su puesta a disposición judicial, recibió el auto de entrada en el Centro Penitenciario de Mendizábal. Los 963 kilos que han arrojado el pesaje final de los 26 fardos de hachís fueron trasladados a Sanidad, es la prueba del delito que no han podido entregar quienes habían sido encomendados a la práctica de este operativo: los lancheros que intentaron a toda costa burlar un dispositivo tan preparado por la Guardia Civil que el cerco al narco era inviolable.
Y es que por mar y aire, el acoso hacia la planeadora cargada de fardos era tal que a los lancheros no les quedó otra que frenar su intento de huida a pesar de que intentaron evitar a toda costa su arresto. El vídeo de la operación proporcionado este domingo por la Guardia Civil demuestra perfectamente cómo fue esa escapada y el acoso que por las distintas vías se llevó a cabo nada más ser detectado el intento de pase de drogas en el mar de Alborán. Las escapadas no tuvieron su éxito, es tal la presión que se está ejerciendo en el Estrecho que siendo la única vía de traslado de hachís está quedando mermada. En el marco de la operación de Frontex se deja clara la cooperación internacional que, ejecutada por las distintas unidades, consigue el objetivo que no es otro que hacer el mayor daño posible al negocio del narcotráfico.