Agentes de la
Guardia Civil han detenido a un joven en aguas de la bahía sur cuando, estando al mando de una moto de agua, incurrió en un delito de desobediencia. La Policía Judicial de Ceuta indaga además si tiene alguna relación con otras causas por las que debería responder en el juzgado, verificación sobre la que se trabajaba ya esta misma tarde. La detención se ha llevado a cabo en una jornada de enorme presión en el mar a causa de la cantidad de motos de agua que cruzan de lado a lado de la frontera intentando la comisión de delitos, sobre todo el tráfico de personas bien desde
Marruecos a Ceuta o en dirección a la Península. De hecho, al margen de esta detención, en la que se ha requerido de la presencia de los GEAS de la Benemérita, se han producido varias identificaciones de estos vehículos ocupados por marroquíes procediéndose al decomiso de algunas motos. El verano se convierte en el periodo elegido por quienes buscan hacer negocio, en muchos casos a costa de la vida de las personas. La Guardia Civil no cesa en los controles como tampoco lo hacen las fuerzas marroquíes en sus aguas, en un intento por bloquear los pases de quienes bordean los espigones en cuestión de minutos y no tienen reparo en arrojar al mar a los inmigrantes que cuelan si con ello pueden garantizar su escapada. El pasado domingo lo hizo
el piloto de una moto arrestado a la altura del Sarchal que ya espera en la cárcel la celebración del juicio en su contra, por ser criminalmente responsable de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros con la agravante de peligro para la vida. El sirio al que arrojó al agua sufrió heridas en las piernas y si salvó la vida fue por la rápida intervención de los guardias civiles.
Pasadores que no tienen reparo en arrojar a inmigrantes al mar
Pero no es el único caso que contar. Este verano, la propia Guardia Civil o profesionales de
Marsave han recogido a personas en el mar arrojadas desde embarcaciones. Adultos o incluso menores. Sus pasadores no tuvieron reparo en llevar a cabo tal gesto criminal. Los agentes de la Benemérita, tanto en mar como en tierra, establecen controles para abortar la comisión de estos delitos. En algunos casos los delincuentes son sorprendidos in fraganti, en otros los guardias civiles llegan incluso antes de que se cometa dicha acción por lo que los arrestados solo pueden ser vinculados con delitos de desobediencia. En lo que va de verano se ha procedido a la intervención de varias motos de agua y la detención de implicados en intentos de fuga, jóvenes en su mayoría que no atendieron las indicaciones de los agentes y que son sancionados con el abono de multas. La gran cantidad de bañistas y embarcaciones recreativas que hay en el mar, en plena temporada estival, se convierte en el camuflaje perfecto para que quienes se mueven al margen de la ley intenten hacer el negocio del verano.