La
Guardia Civil de Ceuta ha interceptado en la tarde de este lunes una embarcación recreativa cargada con 12 inmigrantes marroquíes y en la que no había patrón que pudiera ser acusado de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. La intervención se ha llevado a cabo en torno a las 19.30 horas y todos los magrebíes se encontraban bien de salud. Todo apunta a que la expedición había partido de las costas de Ceuta con vistas a alcanzar la Península, quedando su travesía abortada por los componentes del Servicio Marítimo que estaban operativos y que procedieron al traslado de la embarcación hasta el puerto deportivo. Los 12 marroquíes se encontraban en buen estado de salud y tras proceder al registro de la recreativa se confirmó que todos eran inmigrantes, es decir, que nadie estaba incurriendo en la comisión de un ilícito penal traficando con personas, como sí ha ocurrido en las últimas intervenciones. La embarcación ha quedado intervenida en la propia base del Marítimo mientras que de los 12 interceptados se hará cargo la
Policía Nacional para su traslado a la frontera y expulsión a
Marruecos. Este servicio se suma a los que ya se han convertido en nota común de la inmigración en Ceuta. Es uno más de los que casi a diario forman parte de las novedades de un Instituto Armado que intenta evitar la salida de todo tipo de embarcaciones hacia las costas peninsulares. No se recuerda un verano con tanta presión exclusivamente marroquí, pero es la que está marcando una situación social de desequilibrio y penurias que se traduce en este tipo de servicios. Para la juventud marroquí no hay futuro y huye de cualquier manera, escapando de unas situaciones adversas o de la obligación de un servicio militar del que muchos nada quieren saber. No solo huyen los adultos, también los menores. El drama se dibuja en todos aquellos casos que terminan sin saber noticias de quienes un día emprendieron la ruta del Estrecho.