Cuando en 2018 la exdelegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, nombró a José Durán al frente del CETI se recuperó cierto papel social en la cúpula del centro de estancia temporal de inmigrantes.
Durán era el relevo de Ricardo Espíritu Navarro, militar, coronel del Ejército de Tierra.
Antes había sido designado al frente de la dirección al coronel de la Guardia Civil, Carlos Guitard Banet, quien dejó el centro en 2016 con los picos más altos de ocupación y con un expediente a sus espaldas relacionado con la inmigración nada acorde con lo esperado.
Este sábado, Pérez era preguntada por el nombre de quién ocupará el cargo de Durán. Nada dijo al respecto. Fuentes consultadas por este periódico apuntan a un guardia civil designado directamente por Madrid para llevar las riendas del centro.
Conoce Ceuta y, de ser finalmente nombrado, supondría una vuelta, un giro a otra forma de gestión.
Oficialmente aún se debe dar luz verde a la ocupación de un cargo de libre designación que ha estado marcado, últimamente, por más sombras que luces.
Sobre la dimisión de Durán
Sobre la dimisión de José Durán como director del CETI, Pérez quiso agradecer públicamente su trabajo, recalcando que “ha estado a la altura” sobre todo en momentos difíciles como los que le tocó vivir al gestionar un centro como el del Jaral “en pandemia”.
Dejó claro que su marcha ha sido por “decisión personal” y no por otras causas ni está relacionada con la medida de cierre adoptada el pasado jueves. De hecho, dijo Pérez, presentó esa dimisión antes, detalle este que, confesó, podía demostrar.
En el centro se había criticado la gestión del director sobre todo por algunos colectivos como el de los vigilantes, tal y como expusieron los propios sindicatos, tras varios incidentes acaecidos en las instalaciones.
MADRE MIA TENDRIA QUE SER UN CIVIL QUE PAGON
Ese centro no debería existir, ni la esperanza ni ninguno.