La Guardia Civil de Ceuta interceptó la pasada madrugada en las inmediaciones del perímetro fronterizo un dron cargado con pastillas que tenía como destino Marruecos. Los componentes del Instituto Armado abatieron el aparato, descubriendo que portaba una carga de 1.200 pastillas psicotrópicas de todo tipo, desde Trankimazin hasta Rivotril, tal y como ha podido confirmar El Faro de Ceuta. No hubo detenidos al no darse con la persona que estaba dirigiendo la entrega de la mercancía a Marruecos, facilitando un material que se emplea para hacer karkubi y cuya demanda ha provocado un aumento notable del tráfico de este tipo de drogas.
El elevador fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil para su decomiso, mientras que las pastillas aprehendidas serán destruidas tras su análisis por parte del área de Sanidad dependiente de la Delegación del Gobierno.
El cierre de la frontera, hace ya dos años, derivó en un aumento del tráfico de hachís y pastillas utilizando para ello drones, en una clara manera de sortear el paso del Tarajal que hasta entonces se había convertido en el filtro para la entrada constante de drogas mediante su ocultación en vehículos o personas.
A pesar de las operaciones realizadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional, sigue este tipo de delito contra la salud pública, que se nutre cada vez de drones más sofisticados.
Si en Ceuta se produjo esta intervención, horas antes hubo otra en Castillejos, en donde fue detenido un joven que tenía en su casa del barrio de la Condesa un dron además de siete kilos de hachís repartidos en bloques. La investigación sigue abierta para dar con más implicados. El sospechoso será puesto a disposición de la Fiscalía Especial para determinar su relación con este delito y su vinculación posible con más personas involucradas en este tipo de actos delictivos.