Un agente de la
Guardia Civil que estaba de servicio de puerta en la Comandancia de Hadú, junto a otro componente que se encontraba de libre, lograron detener en la tarde de este viernes a dos individuos que se estaban dedicando a
robar en coches estacionados en las inmediaciones. Una práctica demasiado común en la barriada, que se ha convertido en un quebradero de cabeza para los vecinos, víctimas de los hechos.
La intervención de los agentes se produjo en torno a las 16.30 horas, cuando dos mujeres acudieron a la puerta de la Comandancia en busca de ayuda ya que habían visto que dos individuos, a plena luz del día, estaban robando en un vehículo. El agente de puerta acudió al lugar, encontrándose con dos ladrones. A uno consiguió interceptarlo no sin dificultad, ya que intentó zafarse empujándole e intentando darle un cabezazo. Mientras se producía el forcejeo un agente de la Guardia Civil que pasaba en ese momento y que estaba de libre le apoyó para conseguir engrilletarlo, ya que estaba muy agresivo, según han narrado a este periódico testigos de los hechos.
El segundo delincuente que estaba participando en el intento de robo pudo escapar solo un tramo, ya que dos zetas de la Policía Nacional que patrullaban por la zona pudieron abortar su escapada.
La dueña del vehículo reconoció sin género de dudas a los dos ladrones, quedándose la Guardia Civil con ambos y haciendo el atestado correspondiente que será presentado este sábado ante la autoridad judicial.
La problemática derivada de la cantidad de robos en vehículos que se está produciendo en la barriada de Hadú está afectando de manera grave a los vecinos. De hecho el propio presidente de la asociación vecinal ya comunicó a este periódico el incremento de estos delitos a los que se añaden los destrozos.