La labor de la
Guardia Civil de Ceuta en el ámbito migratorio continúa tanto en la
valla como en el mar, en donde la presión de determinadas embarcaciones como las motos de agua está siendo importante este verano. Integrantes de los GEAS y del Servicio Marítimo pudieron detener en la tarde de este domingo al piloto de una moto de agua cuando pretendía el pase de un
inmigrante a la Península, en concreto a las costas de Manilva. Fue crucial la coordinación de las distintas unidades para evitar la comisión del delito, ponerle los grilletes al pasador y rescatar al inmigrante. Desde el punto de vigilancia de grada
se detectó la presencia de una embarcación sospechosa, dando el aviso para hacer un seguimiento que impidiera la materialización del delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros que se iba a producir. Unidades de Costas de la Compañía lo siguieron hasta conseguir el control sobre la moto, procediéndose a la coordinación necesaria para que se procediera al arresto en el mar. El detenido deberá responder en el juzgado de los hechos cometidos. Lejos de ser el único servicio relacionado con la inmigración, la Guardia Civil procedió al rescate de otro inmigrante detectado en el ancla de un petrolero que se encontraba en el Estrecho a la vez que seguía produciéndose la constante presión en el mar ejercida por los intentos de entrada bordeando los espigones. Los efectivos de servicio estuvieron activados para intervenir rápidamente. En un verano marcado por la enorme incidencia de entradas bordeando espigones, la Guardia Civil no solo tiene que atender los rescates de los inmigrantes sino intentar dar con quienes se lucran con dichos pases. Mientras, jóvenes subsaharianos que buscan la escapada de Marruecos intentan sortear la doble valla que separa Ceuta del vecino país. Cinco, en un pequeño grupo, buscaron el pase sin éxito este mismo domingo.