Agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Ceuta han detenido al piloto de una moto de agua a varias millas al noreste de Punta Almina cuando pretendía introducir en la Península hasta 63 kilos de polen de hachís que llevaba ocultos. La embarcación había partido desde Marruecos y se dirigía hacia el litoral peninsular.
El piloto, un marroquí de 30 años, intentó darse a la fuga cuando los agentes le dieron el alto, pero no le salió bien ya que pudo ser interceptado por la patrullera. La moto carece de matrícula y el piloto, que dice ser de Marruecos, no tiene documentación que lo verifique.
En la base del puerto deportivo, los agentes pudieron encontrar tras el registro de la moto de agua hasta 63 kilos de polen de hachís dentro de dobles fondos que se habían practicado para servir de ocultación para más pases. El detenido ha sido acusado de un presunto delito contra la salud pública y será puesto a disposición judicial en las próximas horas.
La intervención se enmarca en los operativos llevados a cabo por el Instituto Armado para vetar el trasiego de drogas en embarcaciones que parten de Ceuta o de las costas marroquíes hacia la Península. Una vía marítima mucho más presionada debido al cierre de la frontera lo que lleva a canalizar la salida de la droga por esta autopista del Estrecho. Los pilotos de motos de agua o de lanchas lo dan todo por intentar llevar a buen puerto los pases, hasta el punto de enfrentarse a los componentes del Instituto Armado que intentan frenar los delitos.
Llegado el verano se ha detectado un aumento del empleo de motos de agua no solo para el tráfico de drogas sino también el de personas aprovechando la mayor presencia de otros vehículos acuáticos que están disfrutando del verano en el mar.