Un inmigrante marroquí ha fallecido esta madrugada en Ceuta cuando, enfundado en un traje de neopreno y con aletas, intentaba alcanzar la Península acompañado de otro joven. Ha ocurrido en Calamocarro y el cuerpo ha sido recuperado del mar por los GEAS (Grupo Especialista de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil. Una ambulancia del 061 se ha personado de inmediato en la zona pero los sanitarios únicamente han podido certificar la muerte del joven. Su compañero corrió mejor suerte y tras ser atendido por los sanitarios de la UME y recibir ropa seca de miembros de la Cruz Roja ha quedado bajo custodia de la Benemérita antes de su traslado a la nave del Tarajal.
Componentes de la Policía Judicial del Instituto Armado han abierto la oportuna investigación para conocer cómo han ocurrido los hechos. Los agentes esperan tomar declaración al marroquí que acompañaba al fallecido, quien les ha manifestado que solo le conocía por su apodo. In situ se trataba de esclarecer si ambos acababan de cruzar a Ceuta y emprendían marcha hacia la Península o si ya llevaban varios días en nuestra ciudad, siendo ex residentes de las naves protagonistas de un nuevo intento de escapada. En el marco de la investigación aclarada se determinará este extremo así como la identidad del fallecido. En esas labores están los agentes. Es ahora menester del Laboratorio de Criminalística ir más allá, desandar el camino y dar con el inicio de un periplo que ha terminado de la peor de las maneras.
La médico forense se ha personado en el lugar en compañía de miembros del Instituto Armado para reconocer el cuerpo, mientras agentes de los GEAS seguían inspeccionando la zona rocosa en donde ha sido hallado el cadáver por si se localizaba algún objeto que pudiera ser de interés para los investigadores, como los que podrían haber usado para intentar mantenerse a flote. Más patrullas del Cuerpo se han personado en la zona para apoyar las labores desarrolladas en una madrugada en la que continúa la presión migratoria por mar pero también la que se ejerce en el perímetro fronterizo con acercamientos de grupos reducidos de subsaharianos.
Las alertas no cesan, todas ellas de aproximaciones de personas en escaso número que intentan sortear la hilera de peines invertidos que han sustituido a las concertinas y que suponen el nuevo blindaje para la valla.
Pasada la una de la madrugada la Funeraria Al-Qadr ha recogido el cuerpo sin vida para proceder a su traslado a la sala de autopsias, en Santa Catalina, para que este sábado sea examinado. De nuevo la tragedia golpea la Frontera Sur. De nuevo la peor de las escenas muestra la gran diferencia de sociedades solo separadas por una línea perimetral.