El marido d
e la mujer de 27 años que se encuentra ingresada en la UCI del
Hospital Universitario de Ceuta vuelve a lanzar un grito de desesperación porque asegura que el
Ingesa ha incumplido la promesa que le habían hecho de acudir con una ambulancia hasta su casa para tomar muestras al resto de quienes viven allí.
Asegura que se encuentran en una situación insostenible y “con el miedo metido en el cuerpo porque tenemos a tres menores en la vivienda”. Este ciudadano junto a su mujer viven en casa de sus suegros y tienen una niña de 3 años, pero resulta que su mujer cuenta con dos hermanos también con 16 y 15 años respectivamente, además de los padres de su esposa que ronda los 50.
Nos cuenta que a mediodía le han telefoneado desde la UCI y que el doctor le ha comentando que la evolución de su esposa no estaba siendo positiva, pero es que a este frente de tener a su mujer grave y sin poder visitarla se le une el otro problema de la situación dramática en la casa.
El miércoles se encontraba por la mañana en la sala de esperas del hospital esperando a conocer detalles del estado de su esposa que fue llevada a la UCI una horas antes y tras la publicación de su tremendo caso en nuestro medio resultó que le localizaron por teléfono. Dijo que estaba allí mismo y permaneció durante siete horas en la sala de espera que está al lado de observación tras realizarle la prueba.
Asegura que en un principio le dijeron que el resultado estaría en pocas horas, pero ya por la noche le enviaron a su domicilio argumentándole que existía mucha presión y que tardarían un poco más aunque le manifestaron que lo harían en las próximas horas. Y la otra promesa fue que enviarían una ambulancia a su casa para que los enfermeros tomaran las muestras a todos los miembros del núcleo familiar.
Pues bien, ni una cosa ni otra. Denuncia a mediodía de hoy que no solamente no le han llamado por teléfono con sus resultados ni que tampoco le han enviado la ambulancia, sino que le dieron un número telefónico y que lleva toda la mañana marcando ese número pero que nadie le descuelga.
Está verdaderamente desesperado porque son cinco personas que han convivido con su esposa que está en la UCI “y lo que más temo es por mi hija que nada más que tiene 3 años”. Nuestro interlocutor nada más regresar del hospital, después de que le realizaran la prueba, llegó al domicilio de sus suegros y se aisló en una habitación con lo cual no ve al resto del grupo familiar ni a su hija que está siendo cuidada por sus abuelos.