“Necesito trabajar, da igual de lo que sea”. Detrás de este grito desesperado hay una cara y una voz que es la de Abdelmalik Hamman Mohamed. Vive junto a su mujer y sus dos hijas de 11 y 13 años en una casa en la barriada de Hadú, tiene 63 años y lleva 4 buscando un
empleo y su mujer 11 años. En todas las empresas en las que se le ha entrevistado ante un posible trabajo o ha pedido empleo, “he recibido la misma respuesta: soy demasiado mayor”. La espiral en caída libre que es la vida de Abdelmalik y su familia parece no tener fin. Su situación límite le llevó a realizar una llamada desesperada pidiendo ayuda. Hasta hace poco esta familia vivía en unas condiciones sumamente precarias, en la calle y “después en un hostal”, donde
‘malvivieron’ los casi dos años que duró todo el confinamiento y la pandemia hasta el pasado mes de julio.
No se avergüenza de haber tenido que pedir auxilio desesperadamente porque gracias a la
ayuda de Servicios Sociales, ahora viven en una
casa alquila en Hadú. Sin embargo, la suerte parece que no cambia del todo para esta familia. “El Ayuntamiento después de que nos desahuciaran de nuestra casa nos ayudó para vivir en una habitación de una pensión y después nos ha dado una ayuda Servicios Sociales para pagar la mitad del alquiler de la casa, que son 600 euros”, recuerda. No se avergüenza de haber tenido que pedir auxilio desesperadamente Las dificultades se incrementan para esta familia cuando tienen que hacer números. Cada mes entran en su casa una pequeña pensión ya que este caballa padece cáncer de pulmón desde hace varios años y los 300 euros de Servicios Sociales, con los que tienen que pagar, además del alquiler, el agua, la luz, la comida, “todas las cosas del colegio de las niñas y todo lo básico", comenta.
Lógicamente, no es suficiente por eso este ceutí necesita urgentemente un trabajo. “Lo único que quiero es tener un trabajo para poder pagar los otros 300 euros de alquiler, todos los gastos y seguir pagando nuestras deudas y vivir una vida con dignidad. Tengo el título de vigilante de seguridad, pero nunca me han vuelto a llamar para trabajar. Las crisis como ha pasado otras veces vienen y van, pero nosotros y las personas que estamos en esta situación nos quedamos siempre atrás. No levantamos cabeza y, por favor, solo quiero trabajar”. "Llevo parado 4 años sellando ininterrumpidamente, mi esposa lleva 11" Abdelmalik seguirá trabajando en lo que le salga, pero necesita un trabajo fijo: “Por favor, sin trabajo no podemos seguir porque va a llegar un momento que no podremos hacer frente ni al alquiler ni a nada. Somos una familia vulnerable y lo hemos pasado muy mal. Por eso, eché los papeles para el
Plan de Empleo, para tener un sueldo y una vida digna que nos saque del umbral de la pobreza en el que vivimos”, lamenta.
Pero no ha habido suerte, ni su mujer ni él aparecen en las listas del Plan de Empleo. El pasado 21 de octubre presentaron una alegación. Tiene “terror” de que vuelva a ocurrir lo del desahucio y volver a la casilla de salida donde estaban hace unos meses: a la calle. “Llevo parado 4 años sellando ininterrumpidamente mi demanda de desempleo. Mi esposa lleva 11 parada y sellando también su demanda sin falta. Por eso pedimos que se revise nuestro caso o por favor, nos incluyan en otro plan o alguien nos ayude”.