Grave altercado el generado en la tarde de este domingo en el interior del pabellón de La Libertad de Ceuta, a donde han sido comisionados hasta ocho vehículos de la Policía Local con sus agentes dotados de protecciones para recuperar la normalidad en la zona, convertida en una auténtica
olla a presión. En su interior hay cerca de 200 personas, entre inmigrantes interceptados en el puerto y transfronterizos que se quedaron bloqueados con el cierre del paso del Tarajal el 13 de marzo. En el interior del pabellón ha habido incluso un intento de motín, ya que una parte de los acogidos rechaza la comida que se les entrega, no la quieren y pretendían forzar a los demás a provocar una protesta e incluso una huelga de hambre, sin éxito.
La tensión vivida dentro de las instalaciones deportivas ha llevado a tener que activar a la Policía para garantizar la seguridad en el recinto, después de que ya en la noche del sábado tuviera que intervenir la UIR debido a la tensión generada y derivada de la situación de los acogidos que protestan cada vez de forma más airada. El sábado, durante la hora de la ruptura del ayuno, algunos comenzaron a tirar la comida e insultar, lo que llevó a que los trabajadores de Cruz Roja se vieran obligados a salir de las instalaciones por su seguridad entrando la Policía. Un día antes se había producido otro episodio de tensión cuando un individuo se encaramó en la parte superior del pabellón.
Ya este domingo por la mañana también ha habido un incidente con una persona que no quiere mantener el ayuno y que estaba siendo coaccionada por otros que sí lo cumplen, generándose otro momento de tensión que ha derivado en que la propia Policía dé parte de ello ante el temor a la inseguridad que esto puede desencadenar o a posibles agresiones entre internos de este centro que funciona como albergue sin serlo. Los agentes de la Policía Local desplazados están interviniendo para garantizar la seguridad en la zona, tanto de los propios internos como de los trabajadores que prestan allí servicio. La situación es insostenible, más aún en estos últimos días y la masificación que hay dentro del pabellón no ayuda a resolver la situación.