El buen ritmo de las obras de Gran Vía coloca a finales del mes de septiembre el plazo para la apertura al tráfico. Son las previsiones de una actuación que actualmente continúa en la fase de impermeabilización y que continuará con el pavimento de acabado, en concreto los bordillos de granito silvestre moreno, el mismo tipo empleado en la Manzana del Revellín y que cuenta con la certificación C3 de resbaladicidad.
Tanto en la Gran Vía como zonas adyacentes de actuación se empleará este material que garantiza la seguridad de los peatones ante posibles caídas por deslizamiento.
La intención de los responsables del proyecto es que la apertura al tráfico de la céntrica zona coincida con el cierre de la circulación en Jáudenes, para comenzar las obras en esta calle. Aquí la reforma atenderá una demanda comercial: el ensanchamiento de las aceras, dado que sus actuales dimensiones apenas permite la colocación de farolas.
Los árboles también se convierten en un obstáculo para el tránsito peatonal e incluso algunos de ellos se ha convertido en una molestia para los vecinos, ya que las dimensiones de sus ramas han alcanzado las ventanas de los primeros pisos, impidiendo la visibilidad de los habitantes de estas viviendas.
El proyecto desarrollado por el arquitecto de la sociedad municipal Procesa, Ángel Moreno, prevé la sustitución de estos ejemplares de magnolio por naranjos, especie más acorde con la capacidad de las aceras de esta calle.
El cierre a la circulación de Jáudenes implica la necesidad de concretar qué cambios viarios habrá que adoptar para minimizar al máximo las molestias entre los conductores, una decisión que deberán adoptar los técnicos del proyecto y la Policía Local, en un encuentro que se producirá una vez se conozca la fecha en que tendrá lugar la apertura de Gran Vía.
Lo que de momento sí está claro es el ‘empuje’ que los responsables del proyecto quieren dar a la Plaza de África, cuya actuación se pospuso por la celebración de Semana Santa y, posteriormente, por la procesión de la Magna Mariana.
Desde febrero en que dio comienzo la obra ya se ha llevado a cabo el acondicionamiento de Gran Vía, la impermeabilización de la zona, el replanteo de las jardineras y las farolas, así como el traslado de los cables de alta tensión y la demolición del centro de transformación.
La cata arqueológica ha dado como resultado la aparición de un aljibe
Además, se está trabajando en el estudio arqueológico del jardín vertical y del antiguo Convento de los Trinitarios donde se desarrolla un exhaustivo estudio arqueológico que culminará con la documentación y puesta en valor de los restos arqueológicos.
Por el momento, la cata realizada ha dado como resultado la aparición de un aljibe que se habilitará para que pueda ser visible por el viandante, al igual que parte del lienzo del antiguo convento, que ha resultado tener más envergadura de la esperada. Tras el estudio arqueológico y una vez se traslade la red eléctrica de esta zona, empezará la cimentación de los Trinitarios.
En cuanto a la intervención en Plaza de África, la obra ha dado comienzo por la calle Valentín Cabillas, donde se ha procedido a la retirada del adoquinado y su entrega a la empresa Obimace, que se está encargando de su reciclaje, al igual que ocurre con el resto de material, como bancos o farolas, que serán reubicados en otras zonas de la ciudad.
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