Ceuta ha vivido las dos semifinales previas a la celebración del COAC previsto este sábado. Se ha apostado por lo que quisieron los carnavaleros, engrandeciendo aún más una fiesta que no se puede perder de ninguna de las maneras.
La ciudad tiene que cuidar sus tradiciones y esta, la del carnaval, es una de ellas. Hay que tratar con mimo cada uno de los actos del calendario y, si se puede, mejorarlos como se ha intentado este año no con una jornada de actuaciones sino con tres.
Quedará el momento de la reflexión, de saber si se ha optado por la mejor de las decisiones, pero al menos se ha apostado por un giro radical en la relación de hitos que se habían previsto.
Empieza el periodo de fiesta, de salir a la calle, de poner en marcha la imaginación, pero también de disfrutar sobre todo con actos como el del pregón o la cabalgata.
El carnaval va marcado por el mimo de una sociedad caballa que lo mantiene vivo y que, más importante aún, lo arropa para que las futuras generaciones sigan defendiéndolo para que, lo que es una tradición, no quede en algo residual. Ceuta comienza a vivir su periodo más intenso de un carnaval que debe ser disfrutado como una extensión de una tradición clave a este lado del Estrecho.