Youssef Mohamed, detenido en diciembre de 2015 por la Guardia Civil en la Cuesta Parisiana, confesó captar a adolescentes para ser mujeres de combatientes y madres de terroristas
La pena: 5 años y 7 de libertad vigilada
Cuando en diciembre de 2015 el grupo de Información de la Guardia Civil entraba en el domicilio de Youssef Mohamed, en plena Cuesta Parisiana, se topó con alguien que se confesó ajeno a las prácticas radicales con las que se le vinculaba. La Benemérita había estado meses trabajando, meses investigando e intentando encajar las piezas de un rompecabezas en las que el detenido figuraba como captador de adolescentes, haciéndose valer de la confianza que entablaba con ellas al objeto de conseguir su traslado a Siria e Irak.
Bajo las acusaciones de enaltecimiento del terrorismo y colaboración con organización terrorista fue detenido, trasladado a Madrid y preso de forma provisional a la espera de juicio. Así hasta ayer, cuando el acusado se sentó delante del tribunal de la Audiencia Nacional para reconocer que sí, que se había dedicado a intentar la captación de adolescentes para el Daesh, y tildando estas prácticas de “gran error”. Una confesión arrancada después de que las partes negociaran un acuerdo de conformidad que rebajaba sustancialmente la pena contenida en la calificación inicial llevada a juicio por el Ministerio Fiscal: de diez años a 5, retirándose además el delito de enaltecimiento del terrorismo. La Defensa y el representante del Ministerio Público, Pedro Martínez Torrijos, acordaron esos cinco años de prisión a los que sumar otros siete de libertad vigilada, obteniendo así la confesión de culpabilidad del ceutí, sin que tuviera que intervenir el tribunal, quedándose el caso visto para sentencia en la que plasmar dicho acuerdo.
Youssef Mohamed Tuileb, trabajador hasta su detención en servicios de limpieza viaria, siempre había sido dibujado en las redes sociales y en círculos afines como una persona poco preparada para estas prácticas, pero la Guardia Civil siempre mantuvo lo contrario, es decir, que captaba a chicas adolescentes y menores extranjeros con el ánimo de conseguir sus viajes a Siria e Irak para casarlas con miembros del Daesh. De hecho los agentes lograron testimonios de varias menores, aunque luego se cruzaron con denuncias contrarias presentadas ante la Policía Nacional que también fueron estudiadas por la Audiencia Nacional como supuestas coacciones.
Ante el juez, el acusado consideró un “gran error” lo que había hecho, confesando ante el tribunal presidido por la magistrada Ángela Murillo que se arrepiente “mucho” de haber captado y radicalizado a chicas de entre 13 y 14 años con problemas de adaptación familiar, a las que pretendía enviar a zonas de conflicto para ser mujeres y madres de combatientes.
“Sí, señoría”, respondió cuando se le preguntó si se arrepiente de haber colaborado con la organización terrorista, declaraciones que fueron recogidas ayer por las agencias informativas.
De acuerdo con el escrito de calificación del fiscal, basado en las investigaciones del Instituto Armado, Mohamed se dedicó durante mucho tiempo a difundir contenidos en las redes sociales en los que mostraba su “apoyo inequívoco” a los postulados y a las acciones del Estado Islámico.
Desde principios de 2014 disminuyó de manera significativa su apoyo al Daesh en las redes y centró su actividad en la captación, adoctrinamiento y radicalización de adolescentes, cuyo denominador común es que eran “fácilmente manipulables” debido a sus problemas de adaptación familiar.
Accedía a las chicas aprovechando su relación con un centro cultural islámico de Ceuta al que asistían unos 200 niños y niñas de entre 5 y 16 años, que se ha demostrado que nada tenía que ver con estas prácticas personales del acusado, ya que de hecho ni se ha girado acusación contra el mismo ni investigaciones.
“¿Qué harías si tuvieras cáncer?”, fue la pregunta que le hizo a una menor a la que le ofreció 1.000 euros y ayuda a su familia si aceptaba irse a Siria, tal y como consta en las investigaciones del Instituto Armado.
A otra la adiestró durante tres meses en el uso de un revólver detonador y le obligó a cambiar su forma de vestir “por otra más acorde con la interpretación más rigorista del Corán” con la idea de prepararla para casarla y que fuera madre de futuros terroristas.
En su modificación de petición de pena, el fiscal también ha solicitado 11 años de inhabilitación absoluta y el pago de una multa de 1.620 euros.
“Gracias señoría, gracias señor fiscal”, fueron las últimas palabras del acusado antes de que el juicio quedara visto para sentencia.
Detención y traslado Agentes de la Comisaría General de Información se desplazaron a Ceuta para, contando con el apoyo de los componentes de la plantilla ceutí y miembros de los GRS, llevar a cabo la detención de este hombre y su posterior traslado a Madrid esa misma mañana.
LOS HECHOS Diciembre de 2015Operación en Ceuta Se le detiene y es trasladado a Madrid bajo las acusaciones de enaltecimiento del terrorismo y pertenencia a organización terrorista. El magistrado de la Audiencia Nacional ordena su prisión y la mantiene después de presentarse una denuncia/confesión de una mujer que dijo haber ideado su testimonio.
Julio de 2017Cambio de calificación No se ha tenido que celebrar juicio al existir un acuerdo previo entre las partes, después de una negociación en la que la Fiscalía ha optado por la retirada de uno de los delitos, consiguiendo así la confesión del procesado en el de mayor peso: la pertenencia a organización terrorista. Las partes aceptan esa conformidad que supone una pena menor pero asegura también una condena firme.