Dicen que uno nunca muere si se le mantiene en el recuerdo. Dicen que aunque su cuerpo ya no esté entre nosotros, las vivencias permanecen de forma tan fuerte que, sin buscarlo, terminamos haciéndolo presente. Y eso es lo que ocurrió durante la graduación de Enfermería celebrada en el campus universitario. Pasó que Manuel Tundidor estuvo en el corazón de todos los alumnos, del profesorado, de las autoridades y de su propia familia, que fue invitada a este acto de manera especial por la Facultad.
Tundidor falleció en Ecuador, a donde había acudido para llevar a cabo unos cursos como parte final de su etapa en el campus universitario de Ceuta. Su desaparición primero y el hallazgo de su cadáver después constituyeron un auténtico mazazo para todos. Este sábado su madre recibió una placa y unas flores, en un campus repleto de alumnos de la VI Promoción y de familiares. Manuel, que debía estar sentado entre ellos, participando de este acto graduación, estuvo en el recuerdo y en los corazones de todos los presentes.
Oriundo de la provincia de Cádiz, Tundidor había llegado al país andino el 31 de marzo para realizar unas prácticas de Enfermería en una universidad local. En su primer día libre y junto a un grupo de estudiantes, el español de 30 años se dirigió a la conocida como ‘Laguna Azul’, saltó al río Jatunyaku, afluente del Napo, y fue arrastrado por la corriente, especialmente fuerte en esta época de lluvias en la zona.Otro compañero que también se zambulló logró sobrevivir porque el agua le lanzó hacia la orilla del río en la cuenca amazónica. Días después fue encontrado su cuerpo sin vida, certificándose la peor de las noticias que tiñó de dolor a todos sus amigos.
En Ceuta esta noche fue especial para todos los alumnos de la Promoción pero también para los familiares de Tundidor que pudieron notar el cariño que se le tenía a 'Lete', el joven enfermero al que siempre se le recordará.