Tres hombres y una mujer. Éstos son los protagonistas de la última operación enmarcada en la lucha contra el terrorismo que llevó a cabo ayer la Policía Nacional bajo la dirección de la Comisaría General de Información, que contó con el apoyo de la Brigada Provincial de Ceuta. El objetivo era la desarticulación de una célula terrorista que presuntamente se dedicaba a la captación y radicalización de jóvenes y niños para su reclutamiento e integración en las filas de Daesh. Los escenarios objeto de la intervención policial fueron la barriada del Príncipe (actuando en dos viviendas de la Agrupación Este y Fuerte), Cortijo Moreno y la calle Doctora Soraya, en el edificio 4 de las 317 VPO de Loma Colmenar. Los cuatro objetivos fueron tomados por los componentes de Información, contando con respaldo de las unidades de UIP y UPR de la Jefatura. Los detenidos, todos de Ceuta, han sido identificados como H.M.B., E.M.D., F.M.I. (uno de ellos acababa de salir de prisión) y la única mujer, R.B.A., de 19 años y ya conocida por las fuerzas de seguridad. Esta joven, residente en el Príncipe, es la misma que en enero del año pasado fue localizada tras gestiones de la Guardia Civil en Turquía, después de haberse marchado del Príncipe al mostrar su intención de cruzar a Siria. Prima de uno de los ceutíes que se inmoló en Siria hace años, fue protagonista al intentar marchar al lugar vía Casablanca, sin que llegara a cruzar al territorio ya que tras gestiones de la Benemérita se le detuvo en Turquía, siendo extraditada después a España. Ahora, ha terminado siendo detenida por la Policía Nacional ya que se le acusa, al igual que a los tres varones arrestados, de desplegar “un entramado reclutador plenamente operativo y permanente en Ceuta, centrando su actividad en candidatos cada vez más jóvenes, incluso niños”, explicó el Ministerio de Interior, ya que una de las premisas de Daesh es que “ante la necesidad urgente de nuevos adeptos a la causa terrorista, el reclutamiento infantil supone la línea estratégica principal por tratarse de personalidades especialmente permeables y fácilmente convertibles en elementos terroristas convencidos”. Uno de los dos hombres detenidos es a su vez hermano de otro joven arrestado el pasado febrero en su barriada de Cortijo Moreno, acusado de formar parte de una presunta red radical en la que también se interceptó a Hmido Abderrahaman, el ceutí que estuvo preso en la base de Guantánamo. Según la Policía, la intervención de ayer guarda relación directa con la de febrero, de hecho es una continuación de las investigaciones desarrolladas en aquel momento. La operación para terminar con el arresto de todos ellos se preparó al detalle desde las 17.00 horas del martes. Se adoptaron medidas extraordinarias de confidencialidad ordenadas por la Dirección General teniendo a todos los agentes concentrados para ejecutar la actuación a la misma hora sobre los cuatro escenarios distintos, que ya habían sido estudiados y trabajados. Así empezaba una operativo, que contó también con la participación de los GEO para asaltar las cuatro viviendas, siendo éste el paso considerado “más delicado” por las fuerzas de seguridad, ante el temor de que pudieran producirse imprevistos, extremo que no tuvo lugar. Pasadas las cuatro de la madrugada se producía la entrada y registro en las cuatro casas, el cierre del perímetro de acceso a las mismas y la revisión al detalle de los domicilios, contando con la presencia de la comitiva judicial desplazada al efecto y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, cuyo juzgado central de instrucción adscrito número 5 supervisaba todos los pasos. Los detenidos no empezaron a salir de sus casas en dirección a la sede del CNP hasta pasadas las 10.30 horas. Allí se les reseñó, se organizó el traslado en helicóptero (solo los varones) y en barco (la mujer) pasadas las 13.30, para ser puestos a disposición de la Audiencia Nacional en las próximas horas. Según los datos aportados por la Policía, los integrantes de esta célula “se organizaban de forma estable sobre la base de una adecuada distribución de tareas y adoptaban de forma mecánica sofisticadas medidas de seguridad, tanto físicas como virtuales en el contexto del uso de internet, redes sociales y blogs terroristas privados”. Además, habían elaborado una “adecuada estrategia de reestructuración y reasignación de funciones en el caso de que alguno de ellos fuera detectado o detenido, con el objetivo claro de mantener en el tiempo el entramado de captación y reclutamiento terrorista”, añaden en un comunicado oficial. La Dirección General de Información considera que con esta operación “se neutraliza una amenaza concreta tanto para la seguridad nacional como para la del resto de los países europeos, ya que la célula desarticulada presentaba entre sus principales objetivos la exportación e implantación en Europa de su modelo de captación y reclutamiento de nuevos colaboradores a favor de la organización terrorista Daesh”. La Policía considera que entre la célula desarticulada ayer y la del 23F hay una clara con conexión de integrantes, que habrían creado “una red de captación y adoctrinamiento salafista muy enraizada y activa en la ciudad de Ceuta”, con una comunicación permanente con combatientes del Daesh en Siria de los que recibían instrucciones, identificándose ellos mismos como “referentes en la lucha contra el infiel”. Desde Siria eran asesorados, además, sobre contactos y rutas de desplazamiento para el envío de los nuevos integrantes, algo en lo que se afanaban para garantizar el “continuismo del extremismo religioso y la entrega absoluta a la causa” a través de menores, fácilmente manipulables. “El máximo exponente son los conocidos como cachorros del Califato (ashbal al-khilafa), utilizados como niños soldado en los territorios ocupados por el Daesh, resultado de un proceso de deshumanización y reprogramación de su personalidad a través de sucesivas etapas de reclutamiento, adoctrinamiento y entrenamiento, hasta su empleo letal como armas humanas”, añade la Policía.
Instaban a los niños a abandonar los estudios, a utilizar un vestuario apropiado (hijab, en el caso de las niñas) o a renunciar a ciertas conductas como comer cerdo o bai. Uno de los proyectos que tenían los detenidos era la creación de células hermanas en países europeos.
Registro en dos casas en el Príncipe, en una la Policía se topó con una plantación de marihuana La Policía actuó sobre dos viviendas, una en la Agrupación Este y otra en la Fuerte. En una de ellas se topó con una plantación de marihuana. Se rodeó todo el perímetro de la barriada para impedir el acceso a las personas ajenas al dispositivo policial, evitando de esta manera que se entorpeciera el trabajo de registro y detención.
Información de Ceuta y Madrid, contó con apoyo de los GEO y Seguridad Ciudadana La Dirección General de Información es la que controló el operativo, tras unas investigaciones en las que ha cobrado un papel importante los agentes de la Brigada Provincial de Ceuta. Lo más delicado fue el asalto a las viviendas, el desarrollo de una entrada en la que no debía producirse incidente alguno. Tal y como se aprecia en la imagen, hubo contundencia a la hora de acceder directamente a las casas. Destaca además lo ilegal de algunas de las construcciones en las que se actuó.
Registro durante varias horas en el edificio número 4 de las 317 VPO, bajo expectación Los vecinos de las 317 VPO de Loma Colmenar fueron testigos de la entrada en una de las casas que habían sido adjudicadas a uno de los ahora detenidos. La expectación de los vecinos fue permanente, ya que no se esperaban la intervención. La Policía no dejó grabar la salida desde el interior de la edificación aduciendo motivos de seguridad. Se tuvo que fotografiar la salida de la comitiva policial que custodiaba a uno de los detenidos, dentro de uno de los vehículos camuflados.
Registros exhaustivos durante horas y recuperación de cuantioso material Numerosos policías trabajaron durante horas dentro de las viviendas objetivos, de donde sacaron cajas con cuantioso material y documentación. Según el CNP, esta intervención tiene relación con la practicada el 23 de febrero, cuando se detuvo a otras cuatro personas, una de ellas hermano de uno de los ahora arrestados. También el 23F se interceptó al ceutí que estuvo en Guantánamo. La Policía dice que los detenidos eran “asesorados” desde Siria.
Se detiene a un hermano de otro de los detenidos en febrero de este año En esta barriada se topó la Policía con más problemas, ya que se produjeron algunos incidentes con familiares del detenido, que hacía meses habían protagonizado las mismas escenas cuando la Policía detuvo a otro hermano. Se quejaban de que algunos medios publicaron sus rostros. Ayer todos los detenidos salieron con las caras tapadas por expresa actuación del CNP.
Los cuatro detenidos fueron trasladados a la sede de la Jefatura Superior, en el Paseo de Colón Conforme se iba produciendo el traslado de los detenidos, se organizaba una comitiva policial para escoltar su llegada hasta el primer punto de parada, la sede de la Jefatura Superior. Hasta allí fueron llegando uno a uno todos los detenidos: la mujer y los tres varones. También en torno a estas dependencias oficiales se organizaba un control de seguridad evitando así cualquier incidente de mayor calado. En el interior de la Jefatura fueron identificados y reseñados de nuevo hasta proceder a su traslado al helipuerto, desde donde se coordinó la salida en dos aparatos a la península. En las últimas detenciones se ha dispuesto la organización de esta manera, siempre trasladando inicialmente a los detenidos a la sede policial. También en esta operación ha destacado el extremado cuidado en tapar las caras de los detenidos, cambiando con el modus operandi seguido con anterioridad por Interior, cuyo Ministerio llegó a difundir las imágenes de varios detenidos en otras operaciones con los rostros al descubierto. En este operativo participó buena parte de la Jefatura.
Agentes grababan toda la operación y fotografiaban las ubicaciones de las viviendas Los componentes de la Policía apoyaban el desarrollo de la operación con grabaciones de todo el dispositivo, no solo de la salida de los detenidos sino también del entorno de los escenarios en donde estaban situadas todas las viviendas en donde se produjeron las entradas y registros. Se trata de un soporte necesario que queda en los archivos de las operaciones que llevan a cabo las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado además de servir de material de propio uso interno.