Cuando aún no se ha cumplido un mes de la entrada masiva de inmigrantes el pasado 26-J, se ha vuelto a repetir una situación idéntica, donde únicamente ha cambiado el número de personas que han logrado entrar. Si entonces fueron algo más de 600,
en esta ocasión, han superado el centenar. Sin embargo, estas dos situaciones sí han producido un cambio en la manera de actuación de estos inmigrantes desesperados que buscan, como único objetivo, la entrada en nuestra ciudad. La utilización de una serie de elementos como la cal viva han producido lesiones entre los agentes de la Benemérita que continúan demostrando su profesionalidad en las actuaciones, pero que no cuentan realmente con el apoyo decidido del Gobierno de la Nación.
Una preocupación importante es que se haya vuelto a repetir el mismo sistema de entrada que, desde luego, no queda más remedio que calificarlo de violento y que no tiene nada que ver con una historia de años donde no existía ningún medio de presión por parte de los inmigrantes.
También hay que dejar claro que no todos los inmigrantes utilizan estos métodos violentos y además estas fórmulas terminan perjudicando al propio colectivo en general. Lo que sí hace falta es que finalicen pronto las investigaciones abiertas y que los culpables de estas entradas sean llevados ante los tribunales y penen por los delitos cometidos.
Lo que no parece lógico es que la Delegación del Gobierno no comparezca en la misma jornada para dar las oportunas explicaciones sobre esta situación y que se vuelva a instalar un silencio sepulcral que parece sacados de tiempos anteriores.
Además, las promesas por parte del Ministerio no se han cumplido, porque después de los sucesos de hace casi un mes se indicó que se enviarían dos MIR más de la Guardia Civil, además de la que llegó a las cuarenta y ocho horas y a día de hoy nada más que uno de estos grupos especializados de la Benemérita se encuentra en Ceuta y del otro aún no se sabe nada.
Una política de explicaciones donde tampoco se ve la reacción de un Gobierno donde a pesar de lo que se está viviendo este verano, sí ha existido tiempo para desplazarse en varias ocasiones al Campo de Gibraltar, pero no han cruzado el Estrecho para nada.