El Gobierno ha destacado en una batería de respuestas trasladada al diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, que todas las actuaciones llevadas a cabo en el perímetro que separa Ceuta y Melilla de Marruecos se están llevando a cabo “en colaboración con las autoridades del vecino país, así como con organismos e instituciones públicas”. Esas actuaciones engloban las medidas de refuerzo de seguridad pretendidas tanto en el
vallado como en la propia
frontera del Tarajal y que llevan siendo prometidas por el Gobierno de Pedro Sánchez desde hace años.
El diputado Iñarritu preguntó sobre las fechas de retirada de las
concertinas, sobre cuáles iban a ser mantenidas y la denominada frontera inteligente. No ha obtenido por parte del Gobierno sorpresas en sus contestaciones, puesto que se ha mantenido en un discurso que lleva explotando años.
Así, de acuerdo con la respuesta trasladada esta misma semana al senador de EH Bildu, se destaca que el Gobierno “está rediseñando el sistema de vigilancia fronteriza” en las dos ciudades hermanas con “medios más modernos y no lesivos” que, “en cualquier caso potencien el conjunto de elementos físicos, tecnológicos, recursos humanos, protocolos y coordinación. Todo ello de manera simultánea para evitar que la retirada de las concertinas dañe el esquema de conjunto y ponga en riesgo nuestros compromisos como Estado soberano y con la Unión Europea”.
Insiste el Ejecutivo de Pedro Sánchez en que está prevista la retirada de la totalidad de las concertinas existentes, “sin que se mantenga este elemento en ninguno de los puntos o lugares del trazado en dichas infraestructuras”. Mientras se avanzará en el sistema de circuito cerrado de televisión, que ha terminado ya con la renovación de las cámaras y la modernización de infraestructuras en los tramos que presenten mayor vulnerabilidad.
A pie de frontera, mientras, el Gobierno se enroca en las respuestas ya dadas y de sobra conocidas: implementación del sistema de reconocimiento facial en Tarajal y Beni Enzar, persiguiendo una entrada más ágil y segura.