El Gobierno de Ceuta ha pedido disculpas a los ceutíes y a los trabajadores de la empresa Trace por la situación que se vive en la ciudad, de manera que no se ha recogido la basura en las últimas 24 horas debido a la protesta del conjunto de la plantilla de la empresa concesionaria de la limpieza porque no había cobrado todavía sus sueldos.
La consejera de Fomento y Medio Ambiente, Kissy Chandiramani, acompañada por el viceconsejero de Medio Ambiente, Alfonso Conejo, ha querido en primer lugar pedir disculpas a los trabajadores porque por distintas circunstancias ha sido imposible que cobraran sus sueldos el día que tienen establecido en el convenio. Y, por otro lado, al conjunto de la ciudadanía por el aspecto que presentan las calles y además por los olores como consecuencia de la etapa veraniega que estamos viviendo.
Reconoció que la Ciudad le debía tres meses a la empresa y que el pasado lunes la Consejería de Hacienda abonó la certificación de abril a la empresa y la misma, de manera inmediata, hizo los pagos a través de las entidades bancarias. Sin embargo, sucede que solamente habían podido cobrar los trabajadores que tienen sus cuentas en el mismo banco por el que trabaja la empresa Trace. Incluso, por parte de la misma consejera, durante la mañana, estuvo hablando personalmente con los directores de varias entidades bancarias por si existía alguna fórmula que permitiera adelantar esos cargos en cuenta, pero le comentaron que todo el procedimiento es electrónico.
Kissy Chandiramani dio cuenta de que el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, se había trasladado hasta las oficinas de Trace en la barriada de Benzú para expresar a los trabajadores y más concretamente a sus representantes sindicales su pesar por la circunstancia que habían tenido y que les daba su palabra de que todo se solucionaría en unas horas. Según la misma consejera, el propio presidente les expresó disculpas por las circunstancias que a veces deben pasar por culpa de la Ciudad y de la propia empresas a la hora de cobrar sus sueldos.
Ahora mismo, la Ciudad Autónoma le debe a la empresa las certificaciones de los meses de mayo y junio, aunque en este caso debe presentar todavía todos los papeles para que les dé el visto bueno. Se ha producido una reunión en la que han participado tanto la Consejería, como Intervención, al igual que la dirección facultativa de la concesión para que las dos certificaciones que están pendientes se puedan abonar lo más pronto posible.
Otra de las razones de esta reunión de las distintas partes implicadas es comenzar a estudiar nuevamente, una vez que han transcurrido las elecciones, el objetivo que tiene el Gobierno, además como un mandato del Pleno, para que se pueda de alguna manera rescindir el contrato que une a la Ciudad Autónoma con la empresa Trace.
Reconoce la consejera que después del informe del Consejo de Estado se le ha dado la razón a la empresa en el tema de la definición de la relación porque no es una prestación de servicio como decía la Ciudad sino una adjudicación, aunque, por otro lado, le dan el visto bueno a la decisión que adoptó la Ciudad de las detracciones producidas.
Lo que sí tiene muy claro el Gobierno del presidente Vivas es que quieren negociar la rescisión del contrato con la empresa adjudicataria y que lo desean hacer a coste cero. Hace un año casi que se aprobó el acuerdo plenario por el que se instaba a la resolución del contrato, pero la consejera no quiere dar un tiempo puesto que entiende que no es un tema fácil y que tiene muchas aristas.
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