Los GEAS de la
Guardia Civil de Ceuta han sacado del agua el cuerpo sin vida de un hombre que ha sido encontrado en el puerto por unos pescadores, en la zona del muelle de Poniente, cerca de las escolleras. Se trata, según las primeras estimaciones, de un súbdito marroquí de entre 20 y 25 años. Portaba traje de neopreno y un flotador. Hasta el lugar han acudido integrantes del Instituto Armado, así como de la
Policía Portuaria y una ambulancia, después de recibirse el aviso de la presencia de un varón en el agua. El joven habría muerto ahogado, extremo este que tiene que ser confirmado con la realización de la autopsia. Un sargento de la Guardia Civil junto a otra persona que se encontraba haciendo deporte por la zona actuaron los primeros, arrojándose al agua para comprobar si aún seguía con vida, desplazando el cuerpo a una piedra próxima.
De inmediato se ha activado a los integrantes del Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil –GEAS- para aproximarse al lugar, de complicado acceso para el Servicio Marítimo y su embarcación, con el objetivo de poder sacar el cuerpo de este punto. Mientras el protocolo pasa por el aviso a la funeraria para su posterior traslado a la sala de autopsias, se pone en marcha ya la oportuna investigación a cargo de la Policía Judicial de la Benemérita sobre el origen de este cuerpo y las circunstancias que han podido rodear su muerte. Las primeras hipótesis apuntan a que se trataría de un inmigrante de los que asiduamente están en esta zona portuaria de nuestra ciudad. Solo el mes de diciembre pasado cuatro varones murieron intentando acceder a Ceuta, tres de ellos en intentos de entradas por mar y uno tras un salto por la valla. En los primeros casos se trató de un súbdito yemení y otro marroquí, ambos adultos cuyos cuerpos fueron encontrados en la zona de
Benzú después de haber bordeado el espigón fronterizo con Beliones.
En el tercero de los casos fue un
menor de edad que murió al llegar a la orilla a la altura de Juan XXIII tras entrar a nado con más adolescentes por el Tarajal. El último de los casos fue un subsahariano que murió de frío tras saltar la
valla y ocultarse en las proximidades de una finca ubicada en García Aldave en la zona conocida como curva de las viudas.