Un paseo por las inmediaciones del cementerio, otro por San Antonio o, un poco más arriba, en las cercanías de la fortaleza del Hacho arrojan la misma coincidencia: el encuentro de restos del conocido como ‘gas de la risa’, un peligro accesible para los grupos de jóvenes que siguen burlando el toque de queda y las restricciones del coronavirus para juntarse y consumir de manera ociosa óxido nitroso.
Si no caen en la cuenta de lo que es seguro que se han percatado de la presencia de gran cantidad de pequeñas botellitas de color plateado junto a globos. En su interior hay un fluido que tiene propiedades analgésicas e hilarantes, su consumo provoca la risa, de ahí su apodo. Acostumbra a tener un uso médico, pero la desviación del mismo deriva en lo que hacen grupos de jóvenes que se reúnen para consumirlo entre ellos, por supuesto en reuniones que superan las 4 personas, sin mascarilla, buscando los lugares en donde puedan pasar más desapercibidos y burlando el toque de queda. A plena luz del día es cuando los vecinos de estas zonas o los paseantes improvisados encuentran los restos de lo ocurrido. Para los jóvenes supone una forma barata de drogarse, no reparan en el grave peligro para su salud, algo constatado. Entre las propiedades del N2O, está la de ser un potente depresor del sistema nervioso central que genera efectos muy similares a los de la inhalación de pegamento.
Lo grave es que estas botellitas las puede adquirir cualquiera, incluso menores
Sus consumidores buscan su efecto euforizante y los trastornos psicodislépticos que genera, efectos que sobrevienen por la privación de oxígeno que produce el gas. Lo más grave es la fácil forma de adquisición que tiene, incluso puede ser obtenida por un menor edad en tiendas o internet. La moda se ha extendido y afianzado a pesar de que se indica que no puede consumirse, pudiendo incluso causar quemaduras.
Al daño a la salud particular de cada consumidor se añade el hecho de que los participantes en estas reuniones están incumpliendo las normas impuestas en materia de prevención del coronavirus, lo que genera un daño a la salud pública de todos. A más contagios, más ingresos en el hospital y una mayor posibilidad de muerte.
Entonces si se conocen los 4 o 5 sitios donde suele ocurrir esto, ¿por que no se hacen redadas para evitarlo? Ceuta solo tiene 18 km cuadrados....