El presidente de la Confederación Española de Empresas (CEOE), Antonio Garamendi, señaló en una conferencia celebrada en la sede del organismo en Madrid la conveniencia de invertir en Marruecos. "Es el primer país en inversión española y nuestra puerta al continente africano", destacó.
Describe la Confederación al reino alauita como "un estado islámico y soberano que se define como monarquía constitucional, democrática, parlamentaria y social". También señala que su mercado cuenta con algo más de 36 millones de potenciales consumidores de un poder adquisitivo en progresión, pero todavía limitado.
Sobre su economía destaca el peso del sector primario, que representa un promedio del 14% del PIB y cerca del 40% de la población activa. Su participación en el comercio exterior "es notable, siendo el tercer sector exportador, por detrás de los fosfatos y la automoción".
Este peso lo llevan los productos agrícolas "como los cítricos, frutas, hortalizas, leguminosas, aceitunas y cereales constituyen un alto porcentaje de las ventas exteriores de esta rama de actividad, en buena parte destinadas a los mercados europeos, donde compiten directamente con los productos españoles".
También son relevantes sectores como la ganadería que supone el 30% del PIB agrícola, mientras que la pesca ocupa "un puesto destacado" en la economía del país, siendo el primer productor de África y el líder mundial en capturas de sardina.
"La contribución del sector pesquero al PIB de Marruecos se estima en un 2,3%. La presencia de una amplia plataforma continental submarina frente a las costas atlánticas ha propiciado históricamente el desarrollo de esta actividad, orientada al mercado interno y al europeo. El sector agropecuario da origen a una significativa industria de transformación agroalimentaria en la que tienen un papel relevante las conservas. La pesca en Marruecos es una actividad cada vez más abierta al exterior. Se está facilitando la creación de empresas mixtas con capital extranjero que favorecen la transferencia de tecnología y la formación de trabajadores", apunta la CEOE.
Esta también señala a las actividades extractivas, que estás representadas fundamentalmente por la explotación de fosfatos, sector en el que Marruecos es "el principal productor y exportador a nivel global, con el 75% de las reservas mundiales bajo su control". Sin embargo, apuntan que "el país magrebí tiene una gran escasez de recursos naturales energéticos, de modo que depende del exterior para garantizar en gran medida su suministro".
En cuanto al sector secundario, la industria supone aproximadamente un 29,5% del PIB, con la industria de transformación, la construcción, agua y energía y minería como ramas más relevantes. Por su parte, los sectores químico, agroalimentario, textil y cuero son los más representativos de la industria manufacturera.
"La mejora de la productividad, los menores costes, la proximidad a los mercados europeos, la creación de zonas francas y la inversión extranjera de compañías multinacionales están impulsando la deslocalización e implantación en Marruecos de industrias de sectores como el textil y el de automoción".
La parte del sector servicios en la estructura de la economía marroquí supone el 57% del PIB nacional, con el turismo, los transportes, las comunicaciones, los servicios financieros e inmobiliarios como subsectores destacados. "La actividad turística es uno de los principales motores de la economía marroquí, a la que contribuye con cerca del 11% del PIB y el 5% de los empleos", subraya la Confederación.
"Los lazos económicos entre España y Marruecos, favorecidos por la proximidad geográfica y frecuentes contactos oficiales, generan una intensa actividad comercial e inversora. Diversos acuerdos bilaterales tratan de promover un marco más propicio para las impulsar los intercambios y la cooperación. En este sentido, también hay que considerar que el Acuerdo Euromediterráneo de Asociación UE-Marruecos, vigente desde el año 2000, ha posibilitado la creación de una zona de libre comercio entre ambas partes con bajadas arancelarias significativas", apunta el colectivo liderado por Garamendi.
Este acuerdo ha favorecido el acceso de productos agrícolas marroquís a los mercados español y europeo. Más del 57% de las importaciones marroquíes provienen de la UE y más del 65% de las exportaciones magrebíes tienen como destino Europa.
Empresas españolas de diversos sectores y tamaños mantienen relaciones comerciales con Marruecos, "convirtiendo a nuestro país en el primer cliente y proveedor de este mercado. En 2021, fueron más de 17.600 el número de compañías que exportaron al país magrebí. Actualmente, hay 669 empresas españolas que detentan al menos un 10% del capital de sociedades de marroquís y 524 empresas marroquís filiales de empresas españolas".
Las exportaciones españolas han crecido desde el final de la pandemia hasta alcanzar máximos históricos en 2021, ejercicio que llegó a registrar 9.500 millones de euros, cifra que un incremento del 28% respecto al año previo y representa el 3% de las ventas españolas al exterior, según datos de ICEX. Los principales productos exportados fueron combustibles, equipos y componentes de automoción, tejidos para confección, material eléctrico y automóviles.
En cuanto a los servicios, el turismo es el principal sector exportador en el comercio bilateral. Transporte y servicios empresariales son otros de los capítulos relevantes de las exportaciones a Marruecos en la rama de servicios.
Por su parte, el valor de las importaciones procedentes de Marruecos en 2021 superó ligeramente los 7.300 millones de euros, centrándose en sectores como material eléctrico, confección, productos pesqueros, componentes de automoción y automóviles.
España fue en 2021 el tercer país por stock de inversiones en Marruecos y el séptimo en flujos acumulados, según datos oficiales de Rabat. Las inversiones españolas en Marruecos en 2021 alcanzaron un volumen de 30,7 millones de euros, mientras que las inversiones magrebíes en España fueron mucho menores, totalizando en dicho año apenas 0,3 millones de euros. Las inversiones españolas se concentraron sobre todo en la industria manufacturera (algo menos de la mitad del total), con sectores como el cemento, la alimentación y la automoción. También fueron relevantes las inversiones en el sector turístico y en la construcción.
El Gobierno de Marruecos quiere potenciar y diversificar el sector agrícola con el objetivo de alcanzar el autoabastecimiento del país y de seguir avanzando como potencia exportadora de productos agropecuarios con vistas a incrementar su presencia en los mercados europeos. El “Plan Maroc Vert”, así como la iniciativa “Stratégie Génération Green 2020-2030”, pretenden cumplir estas expectativas y ofrecen "buenas perspectivas comerciales y de inversión" que pueden ser aprovechadas por empresas españolas de equipos, maquinaria y tecnología para el cultivo, la transformación agrícola y la gestión de regadíos.
En materia de energías renovables, existen también importantes oportunidades para nuestras empresas, con diversos proyectos e iniciativas promovidas desde el Gobierno de Rabat con el fin de ampliar la capacidad del país para generar energía solar y convertirse en uno de los principales suministradores energéticos de Europa.
Por otro lado, la escasez hídrica del país, acentuada con el cambio climático, está motivando el desarrollo de proyectos respaldados por el Gobierno dirigidos a optimizar el uso del agua para la agricultura y al abastecimiento urbano, "abriendo importantes oportunidades para las empresas españolas especializadas en gestión y tratamiento del agua".
En el capítulo extractivo, "existen oportunidades para nuestras empresas en el sector pesquero alentadas por las políticas del Gobierno magrebí, que buscan aumentar la producción, las exportaciones y los empleos vinculados a la pesca, así como impulsar la acuicultura", apunta la CEOE.
Automoción, energía, transporte, medio ambiente y alimentación presentan también buenas oportunidades de inversión para nuestras empresas. Por otro lado, las reformas sanitarias emprendidas por el Gobierno marroquí pretenden impulsar proyectos para mejorar las infraestructuras hospitalarias en los que las empresas españolas "podrían estar interesadas en participar".
"Marruecos es un país con gran atractivo turístico. Los flujos de visitantes, sobre todo europeos, han aumentado recientemente y la demanda de servicios relacionados con el turismo está en alza. Las empresas españolas del sector turístico tienen en este país buenas oportunidades para invertir, desde la hostelería y los alojamientos hoteleros hasta el transporte de turistas", finaliza la Confederación.
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