Los analistas auguran un ‘efecto llamada’ sobre los marroquíes que cierren sus negocios por la festividad
El paso de mercancías entre Ceuta y Marruecos, ‘Tarajal II’, permanecerá cerrado hasta el lunes 17 de abril con motivo de la Semana Santa. Una clausura programada por ambas administraciones de forma anual que se une a la interrupción oficial del comercio transfronterizo en otras fechas como la Navidad y en periodos concretos de las festividades al otro lado de la valla.
El objetivo de la Delegación del Gobierno con esta suspensión temporal del comercio transfronterizo consiste en aliviar el tránsito de personas y vehículos por la frontera del Tarajal durante unos días en los que las autoridades esperan la visita de turistas procedentes de Marruecos. Pero, ¿qué ocurrirá cuando el ‘Tarajal II’ se reabra y los porteadores regresen a los polígonos? Los analistas vaticinan un ‘efecto llamada’ amplificado por el Ramadán.
Sectores como la hostelería se detienen en Marruecos por el mes sagrado y otros negocios optan por tomarse vacaciones. Una mano de obra que se quedará sin ocupación a partir del 27 de mayo, fecha que ronda el inicio del Ramadán, y que querrá desplazarse a la ciudad autónoma en esas fechas o en las precedentes para ganar un extra de cara a una celebración en la que aumentan los gastos.
Esta convergencia de factores puede desembocar en una afluencia masiva de personas en el extremo marroquí del puente de mercancías con intención de acceder a la ciudad para portear. Una concurrencia que, sometida a la restricción del cupo máximo de 4.000 tickets, puede provocar el colapso al otro lado con la repercusión que tendría en Ceuta y en la circulación por el paso fronterizo.
La calma que han respirado los comerciantes legalmente establecidos en los polígonos desde la entrada en vigor de este sistema de tarjetas ha sido tensa. Los empresarios han ignorado en estas semanas qué ocurriría al día siguiente mientras intentaban sacar adelante sus “maltrechos” negocios. La tregua duró unas dos semanas hasta que este jueves, última jornada de comercio transfronterizo antes del parón por Semana Santa, las consignas irregulares volvieron a escupir bultos de textil y calzado nuevo cuyo origen está en los polígonos peninsulares que importan producción china. Unos almacenes, identificados por las autoridades, que continúan operativos pese a las denuncias de los comerciantes.
Los “esbirros” de los ‘señores del bulto’, detenidos cuando intentaban asaltar un estamento público donde las fuerzas marroquíes custodiaban unos paquetes que les fueron decomisados, encontraron este jueves una oportunidad para dar salida a sus fardos –volvieron a verse envoltorios opacos como seña de identidad del negocio del bulto–.
El precio del paquete, conocido en el argot de los polígonos como de China, se disparó hasta los 35 euros, un hecho que contribuye de manera decisiva en el ‘efecto llamada’ del que advierten quienes conocen la dinámica de esta modalidad de comercio. No obstante, estas redes aún tienen capacidad para incrementar su precio. De hecho, llegó a superar los 80 euros cuando estaba operativo el Biutz.
Las consignas irregulares, después del cerrojazo de dos semanas por el establecimiento del sistema de tickets y la ausencia de personas de confianza que recepcionasen los bultos en el lado marroquí, están repletas de mercancía, según desvelaron los empresarios de los polígonos no carentes de preocupación por la competencia que ejercen sobre sus mercancías.Quizá las “mafias” estén esperando al previsible repunte por Ramadán.