La empresa Hércules no solamente adeuda sueldos a “todos” sus trabajadores en Ceuta, alrededor de un centenar, impagos que también reproduce al otro lado del estrecho, sino que se pone dura con los trabajadores que se movilizan para denunciarlo. Esta misma semana, después de que parte de su plantilla se movilizase ante sus oficinas en el helipuerto, ha remitido un escrito amenazante a varios de los empleados que lo hicieron.
Fue una “amonestación por escrito” por participar en una movilización y “abandonar su puesto de trabajo sin mediar ningún tipo de preaviso ni justificación” que se tipificó en mayúsculas y negrita como “falta leve”. “En modo alguno estamos dispuestos a tolerarle acciones semejantes, por lo que de repetirse estos, se actuará con mayor rigor”, amenazó la compañía.
Para una de las destinatarias de la misiva fue la gota que colmó un vaso que llevaba tiempo amenazando con desbordarse. Sueldos sin cobrar, una hija menor, una situación económica delicada, llamadas reclamando deudas pendientes imposibles de abonar sin sus únicos ingresos en el hogar...
La mujer de 50 años, como tantos compañeros, empezó a advertir que cualquier día haría cualquier cosa presa de la desesperación. En 'Un día de furia', un ciudadano “normal” se rebela en una jornada especialmente agobiante en Los Ángeles contra todo lo que lo rodea. En vísperas de fin de año, la trabajadora se ha encerrado a primera hora de la mañana en el Conservatorio y ha amenazado con quitarse la vida.
Según la descripción literal de los hechos de la Jefatura Superior, “tras interponer diverso mobiliario que impedía el acceso a la Policía Nacional y a los Bomberos, se encerró en un balcón con un bidón de gasolina, rociándose previamente y con claras intenciones suicidas”. Los funcionarios intervinientes han logrado salvarla tras reventar una luna del inmueble para acceder a su interior y ha sido trasladada al Hospital Universitario, donde ha sido recogida por una familiar.
El Gobierno de la Ciudad ha redoblado esta mañana los contactos de sus servicios técnicos, desde Contratación hasta Secretaría General, para estudiar cómo concretar la “plena voluntad política” de romper todos sus contratos con Hércules, con la que también tiene concertados servicios la Administración General del Estado en Ceuta.
CCOO lleva meses instando a las instituciones a tomar soluciones drásticas y, mientras, espera ir resolviendo en enero las conciliaciones que por falta de abono de sueldos ha presentado ante el Área de Trabajo de la Delegación, paso previo a su elevación al Juzgado de lo Social.
El meollo de la cuestión radica en si los impagos de sueldos se pueden considerar un “incumplimiento de contrato” o no, ya que la empresa sí cumple con la administración (que en el caso del Gobierno local está “al día” en todos sus abonos) a costa de no hacerlo con sus trabajadores en una suerte de lo que hay quien considera una “estafa piramidal”, pues sigue presentándose a concursos públicos.
El último que ha ganado es precisamente el de limpieza del Conservatorio, que vence este sábado y que de momento el consejero de Educación, Carlos Rontomé, ha dejado sobre la mesa a la espera de si los técnicos alumbran una salida legal para el entuerto que tiene a la Ciudad “atada de pies y manos”.
Todo esto pasa por no obligar a las empresas a tener una provisión de fondos intocables para cubrir estas cosas, no se puede montar una empresa en este país con 3000 euros de capital y 50 trabajadores, después pasa lo que pasa…. Políticos ineptos totales!!
De verguenza pero mas vergonzoso que la administracion le de servicios…