Siempre andamos reivindicando la necesidad de la psicoterapia en los modelos de atención. En este punto, los psicólogos inciden, y nos enseñan a trabajar los pensamientos. El pensamiento se configura así como el principal rasgo de la función mental, pero ¿qué es pensar?.
Sin ánimo de establecer una ciencia, sí me gustaría ofrecer unas guías para delimitar la cuestión; una guía fruto de mi experiencia de recuperación, y de mi capacidad de observación.
Pensar es preguntarse. Al cuestionarnos aparece un vacío en nuestra mente; un espacio o territorio que podemos ir llenado según alcancemos certezas.
Pensar es imaginar. La mente tiene la facultad de generar pensamientos; en gran parte basados en la experiencia de los sentidos, pero también en los juicios de la razón.
Como digo, la mente trabaja principalmente con la información que recogen los sentidos, por lo tanto, pensar es leer, es observar, es explorar lo que sucede en nuestro entorno. Gracias a la observación podemos recrearnos en la belleza.
Al leer vamos adquiriendo un lenguaje, que nos permitirá entender la realidad en nuestro beneficio, es decir, podremos explicar nuestra circunstancia y lograr el fin último del entendimiento.
Entonces, si elevamos la condición del pensamiento y el nivel de atención, diremos que pensar es estudiar. Gracias al estudio, el ser humano ha dominado la naturaleza, y ha vencido a graves enfermedades. A través de la ingeniería, que es el pensamiento más complejo, hemos doblegado a la escasez (si bien el desafío de la sostenibilidad sigue abierto).
Pensar es afirmar nuestra conciencia. Al pensar, decidimos en conciencia aquello que formará parte de nuestra identidad, y al tiempo que rechazamos aquello que no nos convence.
Como no, pensar es razonar. Podemos manipular los pensamientos, podemos valorar elementos de juicio, y darle un orden a nuestro mundo interior.
Sin embargo, uno de los atributos más importantes es la memoria. La mente puede viajar en el tiempo y recuperar imágenes y pensamientos del pasado, las cuales quedaron grabadas. No se puede imaginar la existencia sin este atributo. Pensar es recordar.
Al final, la mente tiene la propiedad de estar en descanso. En el silencio escogido podemos desconectar de los pensamientos y centrarnos en la percepción corporal.
Si tomamos conciencia de nuestra función mental, habremos dado un buen paso hacia la salud mental.