En un juicio celebrado en la sala de lo Penal número Uno, un hombre, cuyas iniciales responden a las letras D.R.C., fue condenado a tres años y dos meses de prisión y al pago de 20.987 euros en concepto de multa por cometer un delito contra la salud pública, después de que intentara, sin éxito, trasportar droga –concretamente 15.098 kilogramos de hachís con un índice de pureza del 24,77 por ciento– hacia la península, en el mes de diciembre pasado, en el día 12 a las 22:30 horas, tomando por ende uno de los últimos barcos que salen desde Ceuta rumbo a Algeciras.
El hombre, de origen andaluz, se conformó con la condena y no objetó nada a la pena impuesta, que finalmente no contempló el comiso del vehículo en el que viajaba, al figurar éste a nombre de su esposa.
Respecto a la mujer cabe destacar que también se encontraba a bordo del vehículo en el instante de la detención aunque, tal y como quedó se estimó durante la celebración del juicio, no sabía de la existencia de la droga, oculta en el salpicadero del coche, un todoterreno de la marca Opel y modelo Monterrey.
Ambos, el hombre y la mujer, pareja, regresaban de pasar unos días en Fez, lugar al que habían viajdo, según mantuvieron ambos, “para superar una mala racha en la relación y para comprar telas con las que poder confeccionar trajes de de flamenca con vistas a venderlos antes de la Feria”.
“Una vez allí”, narró el condenado, “un hombre que se hizo llamar Marc y que no conocíamos de nada, nos ofreció hacer el pase de droga hacia la península, lo que nos reportaría un beneficio de 6.000 o 7.000 euros, nos dijo, pero nos negamos hasta en dos ocasiones hasta que en una tercera tentativa, acepté a espaldas de mi mujer porque estaba agobiado por la crisis económica y la situación de paro”.
Entonces, el hombre le entregó las llaves del todoterreno a Marc quien le devolvió el vehículo con la droga ya escondida en el interior del salpicadero, a ocultas de la vista de la mujer, razón por la cual tanto Ministerio Fiscal como jueza entendieron que no quedaba acreditado con certeza absoluta, pese a existir sospechas, la colaboración o conocimiento de la mujer en la comisión del delito.