Ceuta, desde luego, no suele ser una ciudad que se vanaglorie porque quien no cumpla al final lo termine pagando. Sin embargo, en esta ocasión, los poderes públicos han reaccionado de manera rápida y dentro de lo garantista que es nuestra legislación. En menos de un mes se ha logrado que la promoción de Huerta Téllez haya podido ser desalojada. Y debe tener razón el consejero de Fomento, cuando indica que los informes que partieron de la Ciudad han debido ayudar en el Juzgado, porque los mismos eran determinantes en cuanto a que no reunían esas casas las mínimas condiciones de habitabilidad. En primer lugar porque todavía no eran viviendas, ni tenían los permisos oportunos, no contaban con agua y luz entre otras comodidades. De todas maneras, también ha sentenciado el consejero de Gobernación que estas personas se han situado fuera del sistema y deben ser los primeros que asuman las sanciones que les puedan venir detrás. Es cierto que existen muchas necesidades, pero nadie se puede tomar la justicia por su mano. Si unos nos pisamos a los otros y hacemos lo que nos viene en gana, al final nos encontramos en la ley de la selva a todas luces.