La pregunta está en la calle y la respuesta por parte de las autoridades no es precisamente fácil. ¿Por qué tantos fuegos y por qué no detienen a los autores? Predecir los motivos es muy complicado, porque no sabemos qué es lo que ronda en las cabezas de estos desaprensivos, pero una de las probabilidades es que son delincuentes insensatos que quieren provocar el caos por diversión.
Esta es la respuesta que desde AEGC damos a muchos de los vecinos que nos preguntan, porque buscar otras causas es especular falsas teorías o, por lo menos, teorías que nosotros no contemplamos. Puede gustar o no la respuesta, pero es la que hemos dado a los medios que han requerido nuestra opinión. Nos podemos equivocar, pero es nuestra sincera opinión.
En cuanto a la falta de resultado en la investigación y detención de los autores, insistimos en que no es precisamente fácil detenerlos, porque actúan a cualquier hora y en distintos puntos. Estos últimos días han quemado contenedores y vehículos sobre las siete de la mañana y, en otras ocasiones, lo hacen al anochecer. No tienen una rutina fija, tampoco un lugar de actuación específico. Hay barriadas más castigadas como Príncipe Alfonso, Felipe, Hadú y zonas limítrofes a estas, pero no se puede descartar ninguna zona.
La preocupación en autoridades, ciudadanos y Fuerzas de Seguridad es evidente. Esta semana la delegada de Gobierno, Salvadora Mateos, informó a los representantes vecinales que no existe la posibilidad de crear vigilantes nocturnos, aunque la delegada se comprometió a estudiar otras opciones presentadas, como los coordinadores de barriadas. Estas propuestas nos traen a la memoria otra época y otro delegado que tomó una decisión similar -a nuestro entender errónea- porque utilizar personas de barriadas para acabar con problemas de seguridad ciudadana deteriora la imagen de las Fuerzas de Seguridad y del propio Estado de Derecho.
Desde AEGC entendemos a los representantes vecinales y nos solidarizamos con los vecinos, sobre todo los de las barriadas más perjudicadas, pero insistimos en que, en el Estado de Derecho, no caben intermediarios porque podría tener un efecto rebote y los provocadores pasen a ser vigilantes pagados para garantizar que sus fechorías no ocurran mientras cobran. Puede suceder y es un lujo que no nos podemos permitir.
Desde AEGC no tenemos la mínima duda, pronto habrá resultados, porque las Fuerzas de Seguridad están trabajando en identificar y detener a los autores de estas quemas que tanto desasosiego crea en los ceutíes y tan mala imagen da de la ciudad, pero en democracia hay que tener confianza en la justicia, en los jueces y policías.
Los intermediarios, vigilantes o coordinadores, no son una buena elección, ni una opción deseable.