Dos vehículos de
Bomberos y cinco efectivos del Servicio de Extinción de Incendios (SEIS) de Ceuta acudieron este miércoles nada más entrada la madrugada a
Arcos Quebrados: un tormento para ellos que no cesa. Y es que
hace solamente una semana también tuvieron que acudir a la misma zona tras recibir un aviso por un incendio de basuras, chatarra y diferentes enseres. Unos 3.000 litros de agua fueron necesarios para apagar los dos focos que se registraron sobra las 00.05 horas y cuyas llamas no consiguieron sofocar hasta pasadas las 01.20 horas de la madrugada. La aglomeración de enseres en el lugar lo convierte en un punto negro para favorecer el inicio de este tipo de
incendios y hace que se dificulten las labores de extinción para Bomberos: "De ahí que tardáramos algo más de una hora por la acumulación de basuras en la zona", ha asegurado a El Faro de Ceuta uno de ellos. Al tratarse de una intervención de madrugada y al haber sido
varias veces apedreados en la zona, los efectivos contaron con agentes de la Policía Nacional como escolta. No obtante, la noche de este miércoles para Bomberos ha sido "bastante tranquila" a diferencia de los últimos días que han sido un no parar, dejando en ocasiones el Parque sin efectivos para atender otras emergencias. De hecho, este pasado martes el SEIS no pudo atender, al tener a todo su
equipo de guardia en el incendio de La Reina, el incendio declarado en un vehículo al aire libre en el Príncipe.
Consecuencias medioambientales
Son constantes las quemas de vehículos, basura, enseres, chatarra y diferentes tipos de residuos en esta zona. A las consecuencias propias de estos fuegos se suma, además, todos aquellos daños medioambientales constante que se generan y contra el que ningún remedio se adopta. Un problema que no alcanza solución a pesar de ser ya recurrente en el día a día de la ciudad autónoma. Esta zona, la de Arcos Quebrados, se ha convertido en una especie de almacén permitido en donde se abandonan enseres de todo tipo y se acumula chatarra, además de basuras.