Incendio junto a la antigua prisión de
Los Rosales. Estas palabras ya es algo habitual para el equipo de
Bomberos. Y este jueves ha vuelto a ocurrir. A última hora de la tarde, ya pasadas las nueve, el equipo de extinción ha acudido a este lugar, habitual ya para ellos, para sofocar en este caso unas llamas que ha quemado principalmente una buena zona de rastrojos. Es ya la enésima quema de una parte de la ciudad muy afectada por los incendios. Se cree que todos son provocados y la coincidencia de que hayan sido varios de forma consecutiva (prácticamente van a uno por semana) se sospecha de la mano del hombre, tan cruel para muchas cosas como estas. Así, Bomberos, tras recibir el aviso, ha ido rápidamente a apagar las llamas, que tal y como se puede ver en las imágenes, ha afectado principalmente a un espacio de rastrojos, si bien en principio no ha afectado a ninguno de los árboles que había prácticamente al lado. Según los primeros datos la zona quemada únicamente habría afectado a pasto e hierba y no habría alcanzado a algunas palmeras y otros árboles de mayor tamaño.
La zona contigua a la antigua prisión de Los Rosales se ha convertido en una especie de bucle para los Bomberos, porque acuden allí más de lo que deberían. Cuando no son rastrojos, es chatarra, pero prácticamente semanalmente acuden a esta zona. Por allí merodean a menudo algunos menores, explican vecinos, de los que sin embargo no hay pruebas que originen estos incendios. Como es habitual, la Policía ha acompañado a Bomberos en el incendio de esta tarde-noche, también para hacer labores de circulación, sin que no haya habido ningún problema en ese aspecto. El equipo de extinción ha vuelto a hacer su trabajo, algo que muchas veces se debería evitar si no hubiera tantos actos vandálicos en una ciudad que tiene en la antigua prisión de Los Rosales un peligroso eje del fuego.