Fue a enterrar a su madre y se encontró el
tanatorio, según asegura, "hecho una mierda". Un
vecino de la
barriada de O'Donnell, en Ceuta, denuncia el estado de las instalaciones, en las que -asegura- sus familiares y él tuvieron que
limpiar "los dedazos" de la vitrina que separaba los restos de su difunta progenitora, de la sala. El listado de deficiencias que hace José Manuel Martínez es largo. "Empezando por el baño. Las puertas no se traban y hacen un ruido infame. El suelo que es negro, y con una pulidora quedaría brillante, tenía unas manchas tremendas", inicia su enumeración el afectado, que tuvo tiempo de comprobar los detalles, ya que pocos días antes del sepelio de su madre fue también allí "por un amigo". Después de observar los problemas de los aseos, el hombre reparó en las manchas que presentaba la vitrina de la sala. "Fui al conserje y le dije que si lo podían limpiar, a lo que me respondió que la limpiadora 'venía más tarde", relata. Acto seguido, la hermana de Martínez, "salió al coche, cogió un trapo y pidió las llaves para poder limpiarla tanto por dentro como por fuera". El mal trago no se quedó ahí. "Ya habíamos observado una ingente cantidad de moscas, mosquitos y arañas. Pero cuando te pasas toda la noche allí, acabas lleno de ronchas. Es una barbaridad", concluye el hombre. Lo que pide Martínez básicamente es que "se mejore la limpieza" y el mantenimiento del espacio al que las personas acuden "en situaciones delicadas" y en las que "lo último que quieres es que la puerta del baño esté rechinando todo el tiempo". No es la primera vez que se dan quejas en torno al estado del tanatorio. En 2019 la restricción de las horas de limpieza en el lugar ya provocaron quejas de los usuarios por el deterioro del estado de conservación del mismo.