Estaré un mes fuera de Ceuta. Pedí unos días sin sueldo y aprovecharé las vacaciones para estirar el tiempo. Es cierto que el tiempo es oro y te das cuenta de lo que vale cuando lo compras.
Un mes fuera de Ceuta para volver a la tierra, a las raíces, al cordón umbilical de mi madre que ya ha dado la vuelta al mundo.
Leer sin prisas, dormir sin sueño, andar sin rumbos, pasear en un bosque de palmeras que mecen sus ramas cuando el viento toma la palabra.
Hoy madrugué, me puse zapatillas, pantalón de chándal y camiseta; en Elche hay un invierno veraniego, el ciclo de las estaciones ha pasado a la historia.
Vivo al lado del vinalopó y por sus laderas puedes llegar al pantano, son 8 kilómetros que conectan la ciudad con un paraje natural.
En Elche se respira humedad de oasis... en Ceuta es el el mar.
Auriculares en ristre Aute, con la guitarra y la melancolía interpretaba la canción que tantas veces nos hace sentir el pasado como si no hubiera pasado nada.
Fue en ese cine, ¿te acuerdas?
En una mañana al este de Edén
James Dean tiraba piedras
A una casa blanca, entonces te besé
Aquella fue la primera vez y
Tus labios parecían de papel
Luego volví a la academia
Para no faltar a clase de francés
Tú me esperaste hora y media
En esta misma mesa, yo me retrasé
Cuando sean las cuatro y diez tendremos que darnos prisa para no llegar tarde.
Quedar con el primer amor después de haberlo buscado en todas partes: redes sociales, teléfonos antiguos, amigos comunes, sitios, lugares. Llamar por teléfono:
-Hola soy yo, ¿Te acuerdas? Oír que el silencio repasa la memoria...Hostias, qué de tiempo, cuarenta años por lo menos. Oye, me gustaría verte, ¿Cuento con ello?
- Estoy muy liada pero te llamo y te digo.
- Venga, anímate, nos tomamos un café y nos contamos la vida.
Y así, te devuelven la llamada para viajar al pasado.
¿Eres tú? Joder, no te habría reconocido aunque la voz es la misma.
¿Qué vas a tomar?
Y mientras el humo de la cafeína danza entre nosotros repasamos aquellos tiempos de la felicidad: el instituto, el primer cigarro, las manifestaciones contra la selectividad, el golpe de Estado, los recitales de poesía, cuando entonamos “El libre te quiero” de Amancio Prada y fuimos a la primera huelga de estudiantes. No olvido la entrevista sobre Miguel Hernández en Radio Elche y la revista del instituto: “Juglares: por la libertad de expresión”.
Sabes que yo estuve enamorado de ti pero te veía inaccesible, tú habitabas otros mundos. Querías estudiar periodismo pero acabaste en Filología Hispánica.
La charla se para muchas veces mientras las risas y los ojos llorosos comparten nuestro encuentro.
Siempre me hablabas del amor pero Afrodita no permanece entre los mortales.
Llevamos dos horas escribiendo un jeroglífico de significados ocultos.
No sé qué sucedió pero ella se estancó en una depresión, en un abismo mental del que no fue capaz de salir.
Yo lo sabía porque nunca dejé de buscarla pero me resistía a poder encontrarla.
Ahora estoy escribiendo mi CAÑONAZO para Ceuta y reflexiono que si lo que recordamos pasó como lo recordamos o lo idealizamos desde el presente.
Tenemos esa tentación de abrir las hojas del diario desde los años apatinados, como si quisiéramos resucitarnos.
Volveré de nuevo al norte de África, a nuestra ciudad..y sabré que “al lugar donde has sido feliz no debes tratar de volver”.
Son los adioses que nos hacen llorar cuando nadie nos ve.
Bonita historia.