Frontera cerrada. Esta es la imagen que se aprecia en el Tarajal después de que
Marruecos haya clausurado el paso a las seis de esta madrugada para evitar la expansión del
coronavirus. No puede salir nadie de Ceuta al vecino país, tampoco a la inversa. Todavía había esta mañana personas que no sabían de esta medida o que confiaban en que no se llevara a cabo. Y se han encontrado con guardias civiles y policías nacionales impidiendo cualquier tipo de comunicación. Grupos de marroquíes con sus maletas llegados de la Península confiando llegar a tiempo se han quedado en Ceuta. La Guardia Civil les ha explicado en árabe que no podían cruzar por el paso fronterizo. Se han quedado en las inmediaciones, con sus maletas, sin saber qué hacer ni a dónde ir.
Y esta sorpresa se la han llevado también algunos extranjeros que confiaban en cruzar a Marruecos y que no tenían conocimiento de esta clausura. También los agentes les han tenido que explicar que no, que no se puede cruzar por el paso fronterizo y que esta medida estará en vigor hasta que Marruecos considere lo contrario. La medida ha sido excepcional porque se temía la aparición de casos de coronavirus en el entorno de la frontera y después de que un aduanero presentara síntomas de la enfermedad.
El panorama es cambiante, diferente al esperado. Marruecos y España están aislados, sin posibilidad de comunicación por la frontera, tampoco por mar ni aire. Pueden parecer medidas extremas pero son las que se están adoptando en todos los países. Y el reflejo se ve a pie de frontera: taxistas haciendo cola, autobuses vacíos y nada de tránsito. No han podido cruzar los trabajadores transfronterizos ni cabe salida o entrada alguna de vehículos. El espacio de la frontera, en tantas ocasiones animado, marcada por el tránsito de 30.000 personas diarias, se convierte este viernes en un paso fantasma.
Marroquíes acuden a la Delegación a pedir explicaciones
Un grupo de marroquíes ha acudido a la Delegación del Gobierno a pedir explicaciones porque no saben qué hacer. Se han quedado bloqueados y no han tenido otra salida que buscar, o al menos intentarlo, explicaciones en la plaza de los Reyes. La Policía Nacional les ha explicado que la orden de clausura ha sido adoptada por Marruecos y que nada se puede hacer. El problema es que hay personas con visado que se les acababa hoy mismo y que debían renovarlo. No pueden cruzar la frontera. Se les comunica que vayan al consulado y el único al que pueden acudir es el de Algeciras. Hay marroquíes a los que les vendieron billetes de barco pensando que podían hacer la línea de Tánger o que nadie les había informado de que la frontera de Ceuta había cerrado y se han encontrado sin saber qué hacer. La situación, para ellos, se torna caótica al no saber ni a dónde ir ni dónde encontrar respuestas. Se han quedado atrapados en una especie de tierra de nadie, bloqueados y sin posibilidad de movimiento alguno. En declaraciones a El Faro han lamentado la falta de coordinación de Marruecos al dejar a las personas en Ceuta. “Avisaron con poco tiempo y había personas que estábamos a más de 600 kilómetros y no les ha dado tiempo a coger un ferry. En mi caso he venido de Madrid, he cogido el barco de las seis de la mañana, pensábamos que había una esperanza. Nunca han sido puntuales y esta vez sí”, ha detallado este ciudadano marroquí que, como otros tantos, está afectado por el bloqueo.
El sindicato CSIF pide medidas extraordinarias con las personas con destino Marruecos
Desde CSIF exigen medidas extraordinarias tras las declaraciones de la Delegación del Gobierno donde comunicaba que no se permitiría la entrada de personas con destino a Marruecos. Aseguran desde el sindicato que han tenido conocimiento de que algunos de los mismos, vienen de Madrid, "principal foco y no tienen previsto nada en ningún sentido ya que su destino era Marruecos y se han encontrado la frontera cerrada". Por ello, instan a que la Delegación del Gobierno reclame de forma urgente a Marruecos que permita el paso de estas personas y mientras se toman dichas decisiones, se les aísle en cuarentena.